Un inesperado descubrimiento logró un grupo de científicos que estudiaba momias antiguas: ADN preservado por 2,000 años gracias a piojos pegados al cuero cabelludo de los restos.
El estudio, dirigido por la bióloga Alejandra Perotti y publicado en Molecular Biology and Evolution, revela que la sustancia pegajosa que liberan los piojos, y que sirve para que los bichos se peguen fuertemente a la cabeza, también es de utilidad para preservar ADN. Esto se descubrió al analizar los restos de unas momias argentinas, que datan de un periodo de entre 1,500 y 2,000 años atrás.
Los investigadores indicaron que la cantidad de material genético preservado por la sustancia de los piojos es similar a la que se encuentra en un diente, el doble de la que se preserva en un hueso petrificado y cuatro veces mayor al ADN presente en una gota de sangre extraída de un piojo adulto cuya data sea de 1,000 años menor.
El ADN encontrado en los piojos se extrajo mediante una técnica similar a la vista en Jurassic Park, al inyectar un pequeño tubo en los restos duros para extraerlo. Y el análisis posterior reveló que las momias en cuestión, encontradas en la cordillera de los Andes, migraron desde la parte norte del Amazonas, probablemente desde lo que hoy se conoce como Colombia o Venezuela.
Otra conclusión del estudio es que en el material rescatado apareció la muestra más antigua del poliomavirus, que fue descubierto en 2008. El poliomavirus puede también ser el causante de cáncer en la piel y una línea de investigación al respecto quiere determinar si las liendres juegan algún rol en el contagio.
El biólogo David Reed, quien no participó en el estudio, indicó al Smithsonian Magazine que las liendres han sido parte vital para entender la historia humana y que este importante descubrimiento es una nueva prueba de aquello. Por ejemplo, la posición de los restos de piojos y liendres en la cabeza de las momias argentinas reveló que estas personas estuvieron expuestas a temperaturas de frío extremo y que probablemente esa fue la causa de muerte.