En Reino Unido salió a la luz una extraña y muy bien preparada estafa relativa a una nueva criptomoneda. Se trata de CryptoEats, una aplicación de reparto de comida basada en tecnología blockchain que tendría su propia criptodivisa llamada Eats.
CryptoEats anticipó su lanzamiento por un buen tiempo, para lo cual le pagó a diversos influencers británicos que promocionaron el servicio. Por supuesto, todos hablaron maravillas de una empresa que tenía el potencial para destronar a Uber Eats y similares.
Incluso aseguró que había llegado a acuerdo con McDonald’s y otros restaurantes, además de haber contratado a muchos repartidores, a quienes se les pagaría un sueldo fijo por encima de las comisiones.
CryptoEats lanzó un sitio web, cuentas en redes sociales y hasta un canal de Telegram en el que se anunciaban todas las novedades de la aplicación y la criptomoneda que permitiría pagar bienes reales con dinero digital.
Pese a toda la fanfarria, CryptoEats desapareció de internet apenas un par de días luego de haber lanzado la moneda. No solo eso, sus creadores transfirieron el equivalente a $500,000 dólares a varias billeteras y luego procedieron a cerrar todos los canales de comunicación: el sitio web, las cuentas sociales y hasta el canal de Telegram se esfumaron.
Y todo parece indicar que Wade Phillips, el fundador de CryptoEats, sencillamente no existe.
El comunicado de prensa oficial lanzado por la supuesta compañía —y que también fue eliminado de internet— aseguraba que esta había recaudado $8 millones de dólares y que había muchos inversores a la espera de su lanzamiento para entrar en el negocio.
Supuestamente, la criptomoneda Eats tendría una capitalización de mercado de $1,000 millones de dólares en apenas seis meses. Además, CryptoEats dijo haber realizado una prueba en Londres, que había sido un total éxito entre sus más de 1,000 usuarios.
Sin embargo, no hay evidencias de que esa prueba se haya llevado a cabo alguna vez. Los influencers que promocionaron CryptoEats simplemente recibieron un pago por hablar de la aplicación en TikTok o Instagram, y al parecer eso fue suficiente como para recaudar medio millón de dólares antes de desaparecer.