Los AT-AT de Star Wars nunca han sido más que un vehículo espacial de fantasía, pero esto podría cambiar en el futuro, ya que el Ejército de Estados Unidos considera agregar este tipo de vehículos de dos o cuatro patas a su arsenal.
Según Forbes, que el Pentágono de EEUU haya descontinuado el uso de robots en el pasado no significa que estos no puedan tener un regreso en el futuro. A la espera de que la tecnología madure, sobre todo en función de la eficiencia y la adaptabilidad que son factores clave para el uso de estos robots, el Ejército ya investiga sobre robótica aplicada a milicia.
Dicha investigación se ha materializado, hasta ahora, en un artículo publicado respecto a la relación entre potencia, masa y velocidad, y cómo esto se aplica tanto para el mundo animal como para el mundo de los robots de movimiento.
En la publicación, los investigadores concluyen que la fórmula de Heglund, que calcula la potencia que requiere un animal de cierto tamaño para moverse a una velocidad específica, se puede aplicar tanto a animales grandes como a pequeños, así como a robots que cuenten con piernas mecánicas.
Pruebas de que esta fórmula es aplicable a máquinas se encuentran en algunos diseños robóticos ya existentes, como el LS3 desarrollado por Boston Dynamics, cuya función es cabalgar junto a soldados en terrenos muy irregulares.
Los avances en robots autónomos o que emulan comportamientos humanos o animales no se detendrán, y si bien parece difícil que veamos una réplica de un AT-AT, robots cuadrúpedos o bípedos más pequeños serán cada vez más frecuentes en el mundo real, aunque sea bailando al ritmo de k-pop.