Un equipo internacional de astrónomos detectó el segundo asteroide troyano de la Tierra, una clase de rocas que se desplazan en la misma órbita de nuestro planeta, particularidad que dificulta su detección.
El objeto fue nombrado 2020 XL5 y fue identificado en 2020 por astrónomos de la Agencia Espacial Europa, el Lowell Discovery de Arizona y el NOIRLab de la Fundación Nacional de Ciencias, en Chile.
En un artículo publicado en la revista Nature, los expertos ligados al descubrimiento del segundo asteroide troyano describen que la roca tiene casi 1.18 kilómetros de ancho (unas 0.73 millas). En perspectiva, la roca es del triple del tamaño que el primer troyano, descubierto en 2010 bajo el nombre de TK7.
Los expertos detallaron que el asteroide se identificó en la posición L4 de los puntos de Lagrange, un conjunto de cinco regiones en las que se puede permanecer de forma estable o semiestable y a la misma distancia de un objeto.
Los puntos de Lagrange varían en función de los objetos que se observen, por ejemplo, la Tierra y el Sol.
En cada uno de las cinco regiones de los puntos de Lagrange, la fuerza de gravedad de ambos objetos se anulan, permitiendo la posición estática o semiestática.
Los especialistas destacaron que la detección del segundo asteroide troyano de la Tierra permitirá estudiar de mejor forma las propiedades de estos objetos.
“Puede mejorar nuestro conocimiento de la dinámica de estos objetos”, dijeron los expertos.
Añadieron que aunque se desconoce el origen de 2020 XL5, la roca bien podría venir del cinturón de asteroide ubicado entre las órbitas de Marte y Júpiter.