Los homo sapiens somos sólo una de las seis diferentes especies humanas que han habitado la Tierra. Sabemos mucho sobre qué fue lo que ocasionó la desaparición de nuestro pariente más cercano, el neandertal, sin embargo, lo que causó la extinción de las otras especies sigue siendo en gran parte un misterio.
Ahora, nuevos datos sugieren que estos antiguos humanos habrían desaparecido debido a un repentino cambio climático.
Una investigación llevada a cabo por científicos italianos y publicada en One Earth, presenta un nuevo análisis del registro fósil usando un modelo climático.
En este trabajo proponen como nueva teoría que la desintegración del nicho climático de los antiguos humanos habría sido un gran impulsor para erradicación definitiva de la Tierra.
Los científicos utilizaron una base de datos de 2,754 registros arqueológicos de los restos de varias especies vivas en los últimos 2.5 millones de años, incluyendo homo habilis, homo ergaster, homo erectus, homo heidelbergensis, homo neanderthalensis y homo sapiens.
¿Cuál era el propósito?
El objetivo de los investigadores era determinar el nicho climático de cada especie, vale decir el conjunto de condiciones, incluidas la temperatura y las precipitaciones, que resultan óptimas para la supervivencia y la amplitud de la distribución del área del nicho a lo largo del tiempo.
Así descubrieron que el homo erectus, el homo heidelbergensis y el homo neanderthalensis perdieron parte importante del nicho climático antes de extinguirse.
«Las especies son buenas para sobrevivir cuando tienen una gran área a su disposición para vivir», afirma Pasquale Raia, autor principal del estudio.
Sin embargo, cuando estas áreas disminuyen y el resultado son pequeños parches aislados geográficamente entre sí, las especies entran en lo que se conoce como un vórtice de extinción.
Según los investigadores, esta reducción de la superficie habitable se produce por cambios climáticos repentinos.
Así, estas especies resultaron sensibles y vulnerables ante los efectos del cambio climático.
“Se esforzaron mucho; se dirigieron a los lugares más cálidos a su alcance cuando el clima se enfrió, pero al final no fue suficiente”, agrega el autor.
El equipo investigador señala que estos datos podrían servirnos como advertencia para nosotros que habitamos el planeta y nos enfrentamos a cambios climáticos extremos sin precedentes