Algunas regiones de la selva del Amazonas podrían ser más resistentes al estrés hídrico provocado por el cambio climático de lo que se creía originalmente, según investigadores de la Universidad de Columbia.
Según un estudio publicado en Science Advances, los actuales modelos del sistema terrestre utilizados para las predicciones climáticas han sobrestimado en gran medida el impacto del estrés hídrico en los bosques tropicales.
Si bien muestran que los aumentos en la sequedad del aire disminuyen en gran medida las tasas de fotosíntesis en ciertas regiones, los datos de observación muestran lo contrario: en ciertas regiones muy húmedas, los bosques incluso aumentan las tasas de fotosíntesis en respuesta a la sequedad atmosférica.
«Hasta donde sabemos, es el primer estudio de toda la cuenca que demuestra cómo, contrariamente a lo que muestran los modelos, la fotosíntesis está aumentando en algunas de las regiones muy húmedas de la selva amazónica durante un estrés hídrico limitado”, afirmó Pierre Gentine, profesor asociado de ingeniería ambiental.
Agregó que el aumento se puede explicar por cambios en la capacidad fotosintética del dosel, como se denominan las regiones superiores de los árboles. “A medida que los árboles se estresan, generan hojas más eficientes que pueden compensar con creces el estrés hídrico”, apuntó.
Estudios anteriores han demostrado que hay aumentos en el verdor en la cuenca del Amazonas al final de la estación seca, cuando el suelo y el aire están más secos, por lo que algunos han relacionado este fenómeno con un incremento en la capacidad de fotosíntesis.
«Pero antes de nuestro estudio, no estaba claro si estos resultados se traducían en un efecto en una región más grande, y nunca se habían relacionado con la sequedad del aire además de la luz», afirmó Julia Green, investigadora del Le Laboratoire des Sciences du Climat et de l’Environnement en Francia.
“Los modelos actuales sobreestiman las pérdidas de carbono en la selva amazónica debido al cambio climático. En esta región en particular, estos bosques pueden, de hecho, mantener las tasas de fotosíntesis, o incluso aumentarlas, con algo de calentamiento y secado en el futuro” , agregó.
Todo bien, pero…
Los investigadores advierten que esta sensibilidad se determinó utilizando solo los datos existentes, por lo que si los niveles de sequedad aumenta, es posible que el escenario cambie.
De hecho, los investigadores encontraron un punto de inflexión para los episodios de estrés por sequedad más severos donde el bosque no podía mantener su nivel de fotosíntesis.
“Nuestros hallazgos ciertamente no son una excusa para no reducir nuestras emisiones de carbono», apuntaron.