Suprimir las publicaciones creadas por gente considerada como “demasiado fea, pobre o discapacitada” fue la orden que TikTok les dio a sus moderadores.
Según documentos internos revelados por The Intercept, la popular plataforma china de videos también exigió censurar discursos o contenidos políticos contrarios al régimen de Beijing.
Estos antecedentes son una muestra más de los esfuerzos de la compañía para imponer “fuertes restricciones” a sus aproximadamente 800 millones de usuarios, mientras intenta reforzar su imagen como un modelo global de expresión y creatividad, analizó el medio.
Las políticas denunciadas “también muestran cómo TikTok controla el contenido en su plataforma para lograr un rápido crecimiento en el molde de una startup de Silicon Valley, al tiempo que desalienta la disidencia política con el tipo de mano dura que se ve regularmente en su país de origen”, agregó The Intercept.
TikTok, recordó, ha suprimido actividades militares y desastres naturales transmitidos en vivo, así como críticas a funcionarios públicos y cualquier otro material que pudiese amenazar la «seguridad nacional». Sin embargo, tampoco han sorteado la censura registros “que muestran pobreza rural, barrios bajos, barrigas cerveceras y sonrisas torcidas”.
“Un documento llega a instruir a los moderadores para que chequeen los contenidos en busca de paredes agrietadas y ‘decoraciones de mala reputación’ en los hogares de los usuarios, para luego castigarlos efectivamente reduciendo artificialmente sus audiencias”, aportó el sitio.
The Intercept especuló que los documentos parecían haber sido redactados originalmente en chino y luego traducidos al inglés para su uso en las restantes oficinas de ByteDance. La firma, una especie de Facebook chino, fue fundada en 2012 y tiene sede en Beijing.
La compañía “ha sido objeto de escrutinio por parte del gobierno de Estados Unidos por sus vínculos con el Partido Comunista Chino y numerosos informes que comparan sus estrategias de censura a las utilizadas por Beijing”.
En diálogo con The Intercept, Josh Gartner, un portavoz de la plataforma, aclaró que la mayoría de las cuestionadas pautas de transmisión en vivo «ya no están en uso y, en algunos casos, parecen nunca haberlo estado”.
Consultado directamente por las exigencias discriminatorias, se limitó a comentar que “fue un contundente intento temprano para prevenir el acoso escolar”, pero ya habían sido puestas en desuso cuando The Intercept las conoció.