Nakrutka se llamaba un servicio que funcionaba en Estados Unidos y que estaba vendiendo «Me gusta» falsos en Instagram. Por eso, Facebook reaccionó y demandó a Nikolay Holper, quien estaba detrás de esta empresa.
«Holper utilizó una red de bots y software de automatización para distribuir me gusta, comentarios, vistas y seguidores falsos en Instagram. Usó diferentes sitios web para vender servicios de participación falsos a los usuarios de Instagram. Anteriormente inhabilitamos las cuentas asociadas con Holper y su servicio, le advertimos formalmente que estaba violando nuestros Términos y le enviamos una carta de cese y desistimiento», comentó a través de un comunicado la red social.
Por otra parte, Facebook también entabló una demanda contra un desarrollador en el Reino Unido por recopilación de datos de usuarios.
Específicamente, la situación se produjo en Irlanda, donde demandaron a MobiBurn, OakSmart Technologies y su fundador Fatih Haltas en el Tribunal Superior de Justicia «por no cumplir plenamente con nuestra solicitud de auditoría después de que MobiBurn recopilara datos de usuarios de Facebook y otras compañías de redes sociales pagando a los desarrolladores de aplicaciones para instalar un kit de desarrollo de software malicioso (SDK) en sus aplicaciones».
La red social de Mark Zuckerberg además agregó que, «cuando las personas instalaron esas aplicaciones en sus dispositivos, MobiBurn recopiló información de los dispositivos y solicitó datos de Facebook, incluido el nombre, la zona horaria, la dirección de correo electrónico y el sexo de la persona. MobiBurn no comprometió a Facebook, sino que utilizó el SDK malicioso en los dispositivos de los usuarios para recopilar información».