Facebook ha recorrido un largo camino desde sus días iniciales de ser una red de conexión entre estudiantes universitarios. Más de una década y mil millones de usuarios después, la red social se ha convertido en un poderoso centro de contenido. Sin embargo, con ese poder viene una gran responsabilidad, y quienes tienen que soportar el peso de la misma se encargan del oneroso deber de evaluar millares de diversos reportes de publicaciones de tono sexual o ilegal. Entre ellos, miles de posibles casos de «revenge porn» o porno de venganza y «sextorsión», que se denuncian más de 50.000 veces al mes.
Según un documento filtrado obtenido por primera vez por The Guardian, Facebook deshabilitó más de 14.000 cuentas como resultado de abuso sexual, con 33 de los casos afectando a niños. Estos pueden parecer números gigantescos, pero podrían representar sólo la punta del iceberg. The Guardian informa que debido a que el contenido abusivo debe ser reportado, y no se busca proactivamente, la verdadera extensión del abuso en la plataforma podría ser mucho mayor de lo que incluso Facebook puede darse cuenta.
No sólo la cantidad de estos casos es preocupante, pero en cierto sentido, el alcance también representa un problema, pues los moderadores a menudo tienen dificultades para seguir las complejas y en ocasiones ambiguas políticas de Facebook. Una fuente confidencial dijo a The Guardian: «La política sexual es la que más da lugar a que se cometan errores. Es muy compleja». Pero por su parte Facebook dice que está trabajando activamente para mejorar estos procesos. «Constantemente revisamos y mejoramos nuestras políticas», dijo Monika Bickert, directora de gestión de políticas globales en Facebook. «Son áreas complejas pero estamos decididos a hacerlo bien».
Facebook ha recibido múltiples críticas en los últimos meses por la forma en la que maneja algunas de estas «áreas complejas», particularmente con respecto a la pornografía infantil. En marzo, la compañía fue atacada después de que no logró eliminar «decenas de imágenes y páginas» dedicadas a aparente pornografía infantil señaladas por la BBC. Al respecto Facebook dijo que revisó el material en cuestión y «eliminó todos los artículos que eran ilegales o en contra nuestros estándares». La compañía añadió: «Tomamos este asunto muy en serio y seguimos mejorando nuestras medidas de presentación de informes y eliminación».
Pero sigue siendo un asunto delicado. El manual de Facebook sobre cómo abordar varios casos de abuso sexual tiene más de 65 diapositivas de largo, y simplemente no puede abordar todo el contenido potencialmente problemático que podría aparecer en línea.
«No todo el contenido desagradable o perturbador viola nuestros estándares de comunidad», afirma la red social. «Por esta razón ofrecemos a las personas que usan Facebook la capacidad de personalizar y controlar lo que ven, al publicar, bloquear u ocultar mensajes, personas, páginas y aplicaciones que no quieren ver».
De todas maneras, la plataforma de medios sociales dice que está comprometida a «construir mejores herramientas para mantener a nuestra comunidad a salvo», señalando, «vamos a hacer más sencillo reportar los problemas, más rápido para nuestros revisores determinar qué publicaciones violan nuestros estándares, y más fácil para ellos ponerse en contacto con la policía si alguien necesita ayuda».