Las personas obtenemos vitamina D gracias a la exposición a la luz solar. También podemos nutrirnos de ella a través de algunos alimentos, esto constituye sólo una pequeña porción del suministro que necesitamos.
Por lo mismo, muchas personas buscan aumentar su ingesta de esta vitamina a través de suplementos, más aún en un periodo donde no hemos podido pasar tanto tiempo afuera expuestos a la luz del Sol debido a las restricciones sanitarias.
Sin embargo, un artículo publicado en el sitio EurekAlert por el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos (BfR), explica que el consumo de estos suplementos alimentarios en altas dosis resulta innecesario.
De hecho, una sobredosis de este tipo podría llevar a elevados valores de calcio en la sangre (hipercalcemia). En los seres humanos, esto está asociado a la fatiga, debilidad muscular, estreñimiento, vómitos, e incluso puede provocar arritmias cardíacas.
Así, y sin la posibilidad de exponerse a la luz solar, un consumo diario de 20 microgramos de vitamina D es suficiente para satisfacer las necesidades del cuerpo para el 97.5% de la población.
Por su parte, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido un valor UL (nivel de ingesta superior tolerable) de 100 microgramos para la vitamina D.
El BfR señala que si uno pasa un tiempo adecuado al aire libre con la adecuada exposición de la piel a la luz solar, además de mantener una dieta equilibrada, las personas pueden lograr un suministro adecuado de vitamina D sin la necesidad de tener que tomar productos especiales fortificados con esta vitamina.