La propagación rápida que ha experimentado el COVID-19 a comienzos de 2021 ha llevado a gobiernos europeos a extremar sus medidas preventivas. Y las mascarillas de tela se han transformado en las primeras afectadas.
Alemania, Francia y Austria fueron los primeros países en prohibir su uso en espacios públicos, haciendo virtualmente obligatorias las mascarillas profesionales, ya sean quirúrgicas o las denominadas FFP2.
Las restricciones buscan favorecer el uso de dispositivos que tengan la capacidad de filtrar, al menos, 90 por ciento de las partículas.
Un informe de las autoridades sanitarias francesas aseguró que las mascarillas de tela solo tienen una capacidad de filtrado de 70 por ciento y no son totalmente herméticas, ya que no se adaptan a la fisonomía del rostro.
Cuáles los distintos tipos mascarillas
- Mascarillas quirúrgicas: son utilizadas por profesionales de la salud para proteger al paciente de posibles agentes infecciosos, y en algunos pacientes, para reducir el riesgo de propagación de infecciones. Tienen una eficacia de entre 95 y 98 por ciento.
- Mascarillas FFP: son usadas para proteger al usuario de la mascarilla frente a la inhalación de contaminantes ambientales, como agentes patógenos o químicos. Su eficacia varía entre 78 por ciento (FFP1), 92 por ciento (FFP2) y 98 por ciento (FFP3).
- Mascarillas de tela: destinadas a personas sin síntomas que no sean susceptibles de utilizar mascarillas quirúrgicas ni filtrantes. No hay datos que permitan establecer su eficacia para prevenir la transmisión.
Qué recomiendan las agencias sanitarias
Al 22 de enero de 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos o el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) mantienen sus recomendaciones respecto a este tipo de elementos.
- OMS: aunque recomienda las profesionales, dice que las “mascarillas higiénicas de tela pueden ser utilizadas por la población general de menos de 60 años y que no tengan afecciones de salud subyacentes”.
- CDC: recomienda evitar el uso generalizado de mascarillas quirúrgicas o profesionales, para que sean reservadas para el personal médico. Solo recomienda el uso mascarillas desechables no médicas o mascarillas de tela reutilizables cuando se ajusten de forma adecuada a la cara.
- ECDC: aunque afirma que no hay datos que respalden su uso, considera que el uso de mascarillas higiénicas pueden servir como elemento de protección. Sin embargo, advierte que esto es solo ante la escasez de mascarillas profesionales y como medida complementaria a otras acciones de prevención, como distanciamiento social.