El Reino Unido se transformó este 30 de diciembre en el primer país en aprobar el uso de emergencia de la vacuna contra el COVID-19 desarrollada por la Universidad Oxford y el laboratorio AstraZeneca.
El gobierno británico ha ordenado 100 millones de dosis, que comenzarán a administrarse a partir del lunes 4 de enero de 2021 y con las que se pretende llegar a 50 millones de personas.
El secretario de Salud Matt Hancock afirmó que la vacuna de Oxford-AstraZeneca combinada con la de Pfizer-BioNTech, aprobada a comienzos de diciembre de 2020, permitirá dar cobertura a toda la población del país.
La medida llega en un momento en el que el Reino Unido enfrenta un recrudecimiento de los contagios de coronavirus, debido al surgimiento de una cepa 70 por ciento más contagiosa y que ha obligado a aumentar las restricciones para la población.
AstraZeneca se ha visto presionada a desarrollar más pruebas para confirmar la efectividad de su vacuna, luego de que los resultados iniciales fueran objeto de controversias.
Durante las pruebas, la vacuna ofreció una efectividad de 62 por ciento cuando se aplican dos dosis completas. Sin embargo, aumentó a 90 por ciento cuando los investigadores, por error, inyectar una media dosis inicial seguida de una completa.
Sin embargo, la directora de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) June Raine aseguró que “no se han recortado esquinas” en la evaluación de la seguridad.
En tanto, el primer ministro Boris Johnson calificó el desarrollo de la vacuna como “un triunfo” para la ciencia británica.
Una de las ventajas de la vacuna de Oxford-Astra Zeneca es que resulta más más fácil de almacenar y distribuir, ya que se puede mantener a la temperatura normal de un refrigerador. La de Pfizer-BioNTech, en tanto, se debe mantenerse a -70° C.