Capaz de replicar electrónicamente la forma en que el organismo percibe el dolor es una piel artificial creada en Australia por investigadores de la Universidad Real Instituto de Tecnología de Melbourne (RMIT).
La innovación fue calificada como un “potencial avance para las prótesis y una alternativa de alta tecnología para los injertos de piel” por Sky News.
El prototipo “copia la forma en que la piel puede enviar señales instantáneas al cerebro en respuesta a sensaciones dolorosas, así como en respuesta a cambios de presión o temperatura”, añadió la versión.
El equipo desarrolló tres propuestas que detectan y responden a los cambios de temperatura y presión gracias a sus componentes electrónicos extensibles.
Los investigadores “esperan que, con un mayor desarrollo, esta piel artificial estirable pueda reemplazar los injertos de piel en los casos que las técnicas convencionales no son capaces de abordar”.
Para el profesor Madhu Bhaskaran, quien lideró la iniciativa, se trata de «un avance significativo hacia las tecnologías biomédicas de próxima generación y la robótica inteligente».
El académico explicó que “la piel es el órgano sensorial más grande de nuestro cuerpo, con características complejas diseñadas para enviar rápidas señales de advertencia cuando algo duele».
Bhaskaran recordó que «estamos sintiendo cosas todo el tiempo a través de la piel, pero nuestra respuesta al dolor solo se activa en cierto punto, como cuando tocamos algo demasiado caliente o demasiado afilado”.
En declaraciones que reprodujo Sky News, enfatizó que “hasta ahora ninguna tecnología electrónica había sido capaz de imitar de manera realista esa sensación de dolor tan humana. Nuestra piel artificial reacciona instantáneamente cuando la presión, el calor o el frío alcanzan un umbral doloroso”.
«Es un paso fundamental en el futuro desarrollo de los sofisticados sistemas de retroalimentación que necesitamos para ofrecer prótesis y robótica inteligente verdaderamente».
Con el tiempo, propuso el experto, esta tecnología podrá integrarse en aplicaciones biomédicas, pero lo fundamental, como la biocompatibilidad y la capacidad de estirarse ya está».