Un categórico desmentido oficial recibió este viernes 22 de mayo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, luego de que The Lancet sacara un artículo científico donde sostiene de forma categórica que tras diversos estudios se pudo comprobar que la hidroxicloroquina aumenta el riesgo de muerte para pacientes hospitalizados por COVID-19.
En el estudio se examinó a más de 96,000 personas hospitalizadas con coronavirus, aquellos tratados con hidroxicloroquina o la cloroquina relacionada tenían un mayor riesgo de muerte que los pacientes que no recibieron los medicamentos.
El registro incluía datos de 671 hospitales en seis continentes. Se incluyeron pacientes hospitalizados entre el 20 de diciembre de 2019 y el 14 de abril de 2020, con un resultado de laboratorio positivo para SARS-CoV-2. Los pacientes que recibieron uno de los tratamientos de interés dentro de las 48 h posteriores al diagnóstico se incluyeron en uno de los cuatro grupos de tratamiento (cloroquina sola, cloroquina con un macrólido, hidroxicloroquina sola o hidroxicloroquina con un macrólido), y los pacientes que no recibieron ninguno de estos tratamientos formaron el grupo de control. Se excluyeron los pacientes para quienes uno de los tratamientos de interés se inició más de 48 h después del diagnóstico o mientras estaban en ventilación mecánica, así como los pacientes que recibieron remdesivir.
El estudio indicó como conclusión que, «no pudimos confirmar un beneficio de hidroxicloroquina o cloroquina, cuando se usa solo o con un macrólido, en los resultados hospitalarios de COVID-19. Cada uno de estos regímenes farmacológicos se asoció con una disminución de la supervivencia en el hospital y una mayor frecuencia de arritmias ventriculares cuando se usa para el tratamiento de COVID-19″.
Por otro lado la investigación sugiere importantes discusiones:
- La cloroquina y la hidroxicloroquina están asociadas con problemas de toxicidad cardiovascular, particularmente debido a su relación conocida con la inestabilidad eléctrica, caracterizada por la prolongación del intervalo QT (el tiempo necesario para la despolarización y repolarización ventricular). Este mecanismo se relaciona con el bloqueo del canal de potasio hERG, que alarga la repolarización ventricular y la duración de los potenciales de acción ventricular. Esto puede desencadenar arritmias ventriculares.
- Estas arritmias ocurren con alta frecuencia durante la enfermedad COVID-19.
- Además, las personas con enfermedad cardiovascular representan una población vulnerable que experimenta peores resultados con COVID-19.
- El uso de cloroquina o hidroxicloroquina en combinación con un macrólido ( azitromicina y la claritromicina) está diseñado para usar sus propiedades antimicrobianas de manera sinérgica. Los macrólidos, son antibióticos con efectos inmunomoduladores y antiinflamatorios. Sin embargo, estos medicamentos aumentan el riesgo de muerte súbita cardíaca.