Los robots quirúrgicos, como Zeus o Da Vinci, han probado su efectividad y precisión, y hoy realizan intervenciones en quirófanos de todo el planeta.
Estas unidades cuentan con brazos robóticos que, por lo general, tienen un tamaño similar al de una persona, mientras que otros pueden ocupar toda una sala de operaciones.
No ocurre lo mismo con el nuevo robot quirúrgico creado por el Instituto Wyss de Harvard y Sony, que es mucho más pequeño que sus pares: es del tamaño de una pelota de tenis y pesa lo mismo que un centavo de dólar, informa Engadget.
Robert Wood, miembro asociado de Wyss, y el ingeniero de Sony Hiroyuki Suzuki construyeron el mini-RCM (Miniature Remote Center of Motion Manipulator o Minicentro de Manipulación Remota de los Movimientos) utilizando una técnica de fabricación inspirada en el origami nipón.
Para fabricar este minirrobot colocaron los materiales en capas, uno encima del otro, y luego los cortaron con un láser hasta formar una figura en 3D, algo así como un libro emergente para niños.
Los movimientos del mini-RCM son controlados por tres actuadores lineales que lo dirigen hacia múltiples direcciones.
Lo mejor es que cumple con su propósito: ser un buen cirujano. En una prueba de rastreo microscópica, publicada en Nature, los investigadores demostraron que era un 68 por ciento más preciso que una herramienta controlada a mano,
El robot también completó con éxito una versión simulada, un procedimiento preciso en el debió insertar una aguja a través de un ojo para “inyectar líquido terapéutico en las pequeñas venas de la parte posterior del globo ocular”.
El mini-RCM pudo perforar un tubo de silicona que replicaba la vena retiniana (que es aproximadamente dos veces más gruesa que un cabello) sin causar daño.
De acuerdo con los expertos de Harvard y Sony, es probable que pase bastante tiempo antes de que el aparato esté realmente listo para los quirófanos.
Debido a su tamaño y peso, sería más fácil de instalar que muchos otros robots quirúrgicos. Los investigadores sugieren que el robot sería mucho más fácil de retirar de un paciente, si hubiera alguna complicación durante un procedimiento.