Las agencias sanitarias de Estados Unidos recomendaron este martes 13 de abril suspender la aplicación de la vacuna contra el COVID-19 del laboratorio Johnson & Johnson, después de que seis pacientes desarrollaran un trastorno que involucraba a coágulos.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos formaran un comité asesor conjunto para revisar este miércoles 14 de abril los casos relacionados con el antídoto Janssen.
De momento, las personas que han registrado el cuadro de coágulos son mujeres de entre 18 y 48 años, y los síntomas se produjeron entre 6 a 13 días después de recibir el antídoto.
Según The New York Times, una mujer murió y una segunda fue hospitalizada en estado crítico en Nebraska.
Las mujeres presentaron una trombosis del seno venoso cerebral (CVST) en combinación con niveles bajos de plaquetas en la sangre, eventos considerados “extremadamente raros” por los CDC y la FDA.
Citado por la agencia Reuters, el laboratorio J&J dijo que trabajan en estrecha colaboración con los reguladores y señaló que no se había establecido una relación causal clara entre los eventos y su vacuna.
La medida de las autoridades sanitarias de Estados Unidos se conoce después de que la agencia reguladora de la Unión Europea admitiera vínculos entre la vacuna de Oxford/AstraZeneca y decenas de casos de coágulos, algunos de los cuales fueron mortales.
Las autoridades europeas no han suspendido de forma oficial la aplicación del antídoto y aseguran que, por el momento, sus beneficios superan los riesgos.