Una decena de países ha suspendido de forma preventiva la aplicación de la vacuna de Oxford/AstraZeneca contra el COVID-19 por su eventual vínculo con casos de trombosis, sin embargo, las agencias sanitarias y el propio fabricante defienden la seguridad del antídoto.
El 11 de marzo, Dinamarca, Islandia y Noruega decidieron suspender de manera preventiva el uso de la vacuna de AstraZeneca/Oxford después de que se registraran dos casos de trombosis en pacientes que recibieron el antídoto contra el COVID-19. El 12 de marzo, en tanto, Bulgaria, Rumania y Tailandia se plegaron a la medida.
El primer país en comunicar su decisión fue Dinamarca. El 11 de marzo, el ministro de Salud Magnus Heunicke reconoció a través de Twitter que la medida se adoptó “tras evidencias de un posible efecto secundario grave en forma de coágulos de sangre mortales”.
“Aún no es posible concluir si existe una conexión. Actuamos anticipadamente; hay que investigarlo a fondo”, agregó Heunicke.
El creciente número de países que se ha sumado a la suspensión –incluyendo a Alemania, Francia, Italia y España– instó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) a convocar reuniones de emergencia para evaluar el antídoto.
Los países que han suspendido vacuna de AstraZeneca
Los últimos en sumarse a la lista de naciones que ha suspendido la aplicación de la vacuna de AstraZeneca fueron Suecia y Letonia, que comunicaron la medida el 16 de marzo de 2021.
De esta forma, los países que han suspendido el uso del antídoto por completo son:
- Alemania.
- Bulgaria.
- Dinamarca.
- España.
- Francia.
- Indonesia (retrasó el inicio de la aplicación del antídoto).
- Islandia.
- Italia (inicialmente solo había suspendido un lote).
- Letonia (inicialmente solo había suspendido un lote).
- Noruega.
- Países Bajos.
- República de Irlanda.
- República Democrática del Congo.
- Suecia
- Tailandia.
“Esta es una decisión cautelosa […] esperamos información para ver si existe un vínculo entre la vacunación y este caso con un coágulo de sangre”, había señalado el director de prevención y control de infecciones del Instituto Noruego de Salud Pública (FHI) Geir Bukholm.
En tanto, Kjartan Njálsson, asistente del director de Salud de Islandia, había declarado aunque en el país no se han registrado casos, esperan recomendaciones de la EMA. “Es la falta de datos en este momento lo que nos preocupa”, agregó.
Las medidas se suman a las que han adoptado otros países europeos –Austria, Estonia, Lituania y Luxemburgo–, que suspendieron las vacunas de dos lotes (ABV5300 y ABV2856), tras constatar efectos tromboembólicos en personas que recibieron el antídoto.
Síntomas inusuales
Un informe de la Agencia Danesa de Medicamentos aseguró que la mujer que murió de un coágulo de sangre tenía síntomas “muy inusuales”.
Según el organismo, la mujer tenía una cantidad baja de plaquetas sanguíneas y coágulos en vasos pequeños y grandes, además de sangrado.
La agencia aseguró que se han encontrado casos similares en Noruega y en la base de datos de efectos secundarios de medicamentos de EMA.
OMS: “Sí, debemos seguir utilizándola”
En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró el 12 de marzo que “no hay motivos” para dejar de aplicar la vacuna. “Sí, deberíamos seguir utilizándola”, afirmó Margaret Harris, portavoz de la entidad.
Harris añadió que no se ha probado relación causal entre la vacuna y las afecciones descritas, y que la suspensión “se ha decidido como medida de precaución en tanto se realiza una investigación completa”.
“La vacunación contra el COVID-19 no reduce las muertes por otras causas. Los eventos tromboembólicos ocurren en la población, así que no está claro si esto es algo que de todos modos iba a ocurrir o si había alguna relación [con la vacuna]”, comentó.
De acuerdo a la OMS, se han aplicado 268 millones de dosis de distintos laboratorios, y no ha ocurrido ni una sola muerte que se haya comprobado que tenga relación con alguna de estas vacunas.
AstraZeneca: vacuna ha sido bien tolerada
El 11 de marzo, el laboratorio AstraZeneca aseguró que su vacuna contra el COVID-19 es “segura”, y que su eficacia y los efectos secundarios han sido revisados por los organismos reguladores europeos, además de los ensayos clínicos impulsados en 2020.
“La seguridad de la vacuna se ha estudiado ampliamente en ensayos clínicos de fase tres y los datos revisados por pares confirman que la vacuna ha sido generalmente bien tolerada”, dijo la compañía en un comunicado reproducido por la cadena británica BBC.
Agregó que “los reguladores tienen estándares claros y estrictos de eficacia y seguridad para la aprobación de cualquier medicamento nuevo”, entre los cuales está su antídoto contra el COVID-19.
El domingo 14 de marzo, el laboratorio insistió que una revisión de los datos de seguridad de las personas vacunadas no mostró evidencia de un mayor riesgo de coágulos sanguíneos.
Por su parte, la EMA dijo que no existen indicios de que la vacuna de AstraZeneca sea la responsable de las afecciones.
Aunque aseguró que la trombosis no figura como efecto secundario del antídoto, precisó que un comité de seguridad investiga los casos notificados con el lote, así como otros eventos similares.
Según cifras de la EMA, al 9 de marzo de 2021 se habían notificado 22 casos de eventos tromboembólicos entre los tres millones de personas que han recibido esta vacuna en la Unión Europea. La cifra no supera a lo que se observa en la población general.
* Actualizada tras la decisión de Suecia y Letonia de suspender la vacuna.