Según lo informado por Pfizer esta semana, su medicamento oral para tratar el COVID-19 podría estar disponible este año si obtiene la autorización correspondiente.
De acuerdo con el laboratorio, el medicamento podría utilizarse para tratar a pacientes infectados o como medida preventiva para evitar que el virus se propague en un hogar cuando un miembro de una familia se contagie de coronavirus.
Los encargados de la compañía se han mostrado optimistas, ya que el tratamiento potencial ha mostrado ser eficiente ante varias de las mutaciones del SARS-CoV-2, por lo que ahora esperan los datos de investigación que podrían estar listos a finales de este año.
“Es un medicamento realmente importante para el mundo, crucemos los dedos mientras esperamos los resultados”, señaló Mikael Dolsten, director científico de Pfizer.
El laboratorio podría incrementar la producción para 2022 si los estudios y el análisis por parte de los entes sanitarios resultan positivos.
Durante esta semana, la compañía también aprovechó el informe de las ventas asociadas a su vacuna contra el COVID-19 llamada Comirnaty, que desarrolla junto a BioNTech.
El laboratorio explicó que incrementó sus ventas luego de que la demanda por esta vacuna aumentara fuera del territorio de Estados Unidos.
Así, la firma espera vender la vacuna este año por $36,600 millones de dólares luego de que la anterior previsión era de $33,500 millones de dólares.
“Más de 75 por ciento del aumento de los ingresos de Comirnaty en el tercer trimestre de 2021 proviene de países fuera de Estados Unidos”, explicó Albert Bourla, director general de Pfizer.