Un grupo de investigadores del Instituto Karolinska de Suecia ha desarrollado un método más rápido, barato y preciso para detectar el COVID-19, según un artículo de EurekAlert!.
Este hallazgo permitiría ampliar los diagnósticos, pero también incentivaría la aplicación de este método de detección en lugares que cuenten con recursos limitados.
«Empezamos a trabajar en el desarrollo de un método de pruebas fácilmente disponible tan pronto como vimos los avances en Asia y el sur de Europa, y antes de que la situación llegara a un punto de crisis en Suecia», explica Bjorn Reinius, investigador principal y jefe de investigación del Departamento de Bioquímica Médica y Biofísica del Karolinska.
«Nuestro método ya estaba efectivamente terminado a finales de abril, y entonces pusimos todos los datos a disposición de forma gratuita en línea», agrega.
El estudio ha sido publicado en Nature Communications.
Método más sencillo y directo
Las pruebas de diagnóstico para COVID-19 se basan en la detección de ARN viral en las muestras de pacientes, ya sea a través de hisopos nasales o de garganta.
Luego, estas moléculas del ARN deben extraerse y purificarse, proceso que requiere de una gran cantidad de equipo y logística, junto con costosos compuestos químicos.
El grupo de investigadores ha desarrollado un método que elude el procedimiento de extracción de ARN.
Así, una vez que la muestra ha sido inactivada a través de un calentamiento que hace que las partículas del virus ya no sean infecciosas, se puede proceder directamente a la reacción de diagnóstico que detecta la presencia del virus.
El sistema de inactivación del virus sería una de las claves de este procedimiento junto con una nueva formulación de la solución utilizada para recoger y trasladar el material de muestra tomado en los pacientes.
«Al sustituir el tampón de recogida por formulaciones de tampón simples y baratas, podemos permitir la detección viral con alta sensibilidad directamente de la muestra clínica original, sin pasos intermedios», agrega Reinius.
Los alcances de este hallazgo entusiasman a los investigadores del estudio.
“Gracias al bajo coste y a la simplicidad del método, se convierte en una opción especialmente atractiva en sitios y situaciones con recursos limitados pero con una necesidad imperiosa de probar para COVID-19”, finaliza.