Un importante avance científico consiguieron investigadores de la Universidad de Cambridge, ya que han alterado con éxito el tipo de sangre de tres riñones de donantes.
Esto abre las opciones para mejorar significativamente las posibilidades de que los pacientes que esperan un trasplante encuentren una compatibilidad.
Un riñón de alguien con el tipo de sangre A no se puede trasplantar a alguien con el tipo de sangre B, ni al revés.
Pero cambiar el tipo de sangre a la O universal permitiría que se realicen más trasplantes, ya que esto se puede usar para personas con cualquier tipo de sangre.
Para lograr este proceso usaron una máquina de perfusión normotérmica, un dispositivo que se conecta al riñón para oxigenar sangre y enjuagar la sangre infundida con una enzima a través del riñón del donante fallecido.
La enzima eliminó los marcadores de tipo sanguíneo que recubren los vasos sanguíneos del riñón, lo que llevó a que el órgano se convirtiera en el tipo O más común.
Serena MacMillan, estudiante de doctorado en la Universidad de Cambridge, dijo: «Nuestra confianza realmente aumentó después de que aplicamos la enzima a un pedazo de tejido renal humano y vimos muy rápidamente que se eliminaron los antígenos. Después de esto, sabíamos que el proceso es factible, y solo tuvimos que ampliar el proyecto para aplicar la enzima a los riñones humanos de tamaño completo.
«Al tomar riñones humanos de tipo B y bombear la enzima a través del órgano utilizando nuestra máquina de perfusión normotérmica, vimos en cuestión de pocas horas que habíamos convertido un riñón de tipo B en un tipo O», sostuvo.
El profesor Mike Nicholson, profesor de cirugía de trasplante en la Universidad de Cambridge, agregó que, «una de las mayores restricciones a quién se puede trasplantar un riñón donado es el hecho de que debe ser compatible con el grupo sanguíneo. La razón de esto es que tienes antígenos y marcadores en tus células que pueden ser A o B. Tu cuerpo produce naturalmente anticuerpos contra los que no tienes. La clasificación del grupo sanguíneo también se determina a través del origen étnico y los grupos étnicos minoritarios tienen más probabilidades de tener el tipo B más raro».