La vacuna contra el coronavirus está cada vez más cerca y entusiasma a gran parte de la humanidad y también a los mercados bursátiles.
Hace una semana, Pfizer aseguró que su producto había demostrado una efectividad del 90 por ciento en las pruebas de fase 3. Luego el laboratorio ruso Gamaleya prometió que la Sputnik V ofrecía una eficacia de 92 por ciento y, este lunes, Moderna anunció que su desarrolló demostró 94.5 por ciento de efectividad.
Estas buenas nuevas no solo han hecho crecer las acciones de las empresas fabricantes, sino que han impactado positivamente en las arcas de los ejecutivos de estas compañías.
Según un reporte de Bloomberg, el patrimonio neto del director ejecutivo de Moderna, Stephane Bancel, aumentó $170 millones de dólares el lunes después de que la biotecnológica publicara resultados alentadores de su vacuna contra el COVID-19.
El repunte del lunes eleva el patrimonio neto de Bancel a $3,000 millones de dólares, que se desprende de su 6 por ciento de participación en el negocio, según el índice de multimillonarios de Bloomberg.
Las acciones de la compañía con sede en Cambridge, Massachusetts, subieron 7.9 por ciento ascendiendo a un valor de $96.44 dólares.
Por su parte, los hermanos gemelos Andreas y Thomas Struengmann —que son dueños de la mitad de BioNTech, la empresa germana que desarrolla una vacuna con Pfizer— agregaron $8,000 millones de dólares a su fortuna este año, mientras que el director ejecutivo de la firma Ugur Sahin se convirtió en multimillonario.
De acuerdo con el índice de multimillonarios de Bloomberg, la fortuna de los Struengmann asciende a 22.000 millones de dólares, una de las más grandes en el sector de la salud en Alemania.