Existe un universo virtual que está más allá del mundo real, pero vinculado a este. Un espacio donde no solo es posible comunicarse con los demás, sino que también trabajar y jugar.
El metaverso es el objetivo de las grandes empresas tecnológicas ligadas a las redes sociales, los videojuegos y la realidad virtual. ¿Y tú? ¿Sabes cómo funciona? ¿Quién o quiénes están detrás de él? ¡Te lo contamos todo a continuación!
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¿Qué es el metaverso?
Un metaverso es un entorno donde los humanos interactúan social y económicamente como avatares en un ciberespacio, que actúa como una metáfora del mundo real pero sin sus limitaciones físicas o económicas.
El concepto fue acuñado en 1992 por el escritor estadounidense Neal Stephenson, en la novela Snow Crash (1992), donde describe un espacio virtual colectivo compatible y convergente con la “realidad real”.
El metaverso de Stephenson se despliega como un entorno urbano desarrollado a lo largo de una única carretera de cien metros de ancho que recorre toda la circunferencia de un planeta. Los usuarios acceden a través de gafas en terminales personales o públicas, y aparecen como avatares, que recorren el planeta a pie o en vehículo.
Quiénes impulsan el metaverso
Aunque a mediados de 2021 Mark Zuckerberg, CEO de Meta (ex-Facebook), confirmó que la compañía trabajaba en su propio metaverso, una serie de iniciativas desarrolladas en las últimas dos décadas son las que en realidad han dado el impulso que esta tecnología necesitaba.
En materia de hardware, los cascos y lentes de realidad virtual han sido clave para vincular ambos mundos. En este ámbito, destacan las tecnologías impulsadas por Oculus (hoy propiedad de Facebook), Microsoft y sus gafas HoloLens, los sistemas Vive de HTC y los cascos VR de PlayStation.
En materia de software, la primera iniciativa de este tipo surgió en la primera mitad de la década de los noventa. Denominado The Metaverse, la compañía Steve Jackson Games presentó en 1993 un sistema de realidad virtual en línea basado en texto conocido como MOO, en el que varios usuarios estaban conectados de manera simultánea y que se utilizaba en su boletín Iluminati Online.
Por esas fechas, el acceso a internet estaba restringido para pocos usuarios y tampoco había gafas de realidad virtual. Y si bien llegaron otros proyectos, no fue hasta mediados de la década de 2010 cuando los proyectos comenzaron a tomar una forma más cercana con la que soñaba Stephenson.
Entre los proyectos que están en marcha se encuentran:
En 2014, la compañía de Zuckeberg adquirió la empresa de gafas de realidad virtual Oculus. Desde entonces, ha desplegado múltiples iniciativas orientadas a la creación de un mundo virtual. Uno de los proyectos más avanzados es Facebook Horizon, un videojuego en línea que permite a los usuarios crear avatares e interactuar con objetos gracias a los lentes VR. También forma parte de este enfoque Horizon Workrooms, una herramienta para el trabajo.
Microsoft
Con sus lentes HoloLens 2 como uno de sus elementos centrales –aunque es compatible con otros dispositivos–, en 2021 la compañía californiana estrenó Microsoft Mesh, un software de realidad mixta que permite conectarse de manera virtual. Según Microsoft, esta app facilita “la presencia y las experiencias compartidas desde cualquier lugar, en cualquier dispositivo”. Cuenta con elementos de AltspaceVR, una plataforma social de realidad virtual comprada por Microsoft en 2017.
Epic Games
Fortnite, Minecraft o Roblox son algunos de los videojuegos más populares de los últimos años, ya que permiten construir mundos virtuales. En la temporada 5 de Fortnite, Epic Games creó un fenómeno llamado “Punto Cero”, que permitía que personajes e historias de películas, programas y juegos se dieran cita en el videojuego. En 2021 anunció que reunirá fondos para desarrollar la narrativa de metaverso del título.
Otras iniciativas
- Sansar (2017/2020): es una plataforma de realidad virtual desarrollada por Linden Lab, los mismos creadores de Second Life. Permite la creación de espacios en 3D, donde los usuarios pueden compartir como jugar, ver videos y tener conversaciones en realidad virtual. Cada participante está representado por un avatar que reconoce gestos y movimientos gracias a auriculares de realidad virtual.
- Decentraland (2020): es un mundo virtual en 3D descentralizado propiedad de los usuarios, quienes también son los responsables de su operación. Los inicios se remontan a 2015, cuando los argentinos Ari Meilich y Esteban Ordano crearon una cuadrícula que asignaba pixeles a los usuarios a través de un algoritmo. Hoy, sus terrenos se venden por más de $100,000 dólares.
- Rival Peak (2020): es un reality show en línea protagonizado por concursantes en un entorno virtual. Los espectadores podían contribuir al avance de un concursante viendo o interactuando a través de Facebook Watch.
- Sensorium Galaxy (2021): es un metaverso con conciertos de realidad virtual de artistas de música electrónica, que se encuentra en una beta cerrada. Es compatible con la mayoría de los lentes y cascos de realidad virtual.
- Corea del Sur (2021): el Gobierno surcoreano anuncia la creación de una alianza nacional de metaverso con el objetivo de construir una plataforma nacional unificada de realidad virtual y realidad aumentada.
Qué podrías hacer en un metaverso
Si estas experiencias llegan a ser exitosas, es probable que el o los metaversos se conviertan en la puerta de entrada para la mayoría de las experiencias digitales y en un sucesor natural de lo que es hoy internet. Entre los usos que se han delineado para estos espacios se encuentran:
- Conciertos: ofrecería la posibilidad de ingresar virtualmente a un concierto en 3D, después de verlo de manera inicial en una pantalla de 2D. Por ejemplo, en 2019 el rapero Travis Scott protagonizó un concierto en Fortnite y reunió a cerca de 100,000 usuarios.
- Trabajo: Facebook está impulsando la Infinite Office, un espacio que permite a los usuarios crear su lugar de trabajo ideal a través de la realidad virtual.
- Videojuegos: otra posibilidad es que un usuario que obtenga una recompensa en un videojuego luego pueda exhibirlo fuera del título, pero en otras instancias del mismo metaverso, para mostrárselo a amigos virtuales, por ejemplo.
La llegada de los metaversos todavía está lejos. Además de la falta de la infraestructura hay otros debates y dudas sobre cómo se podría llevar a cabo un modelo de negocios de esta naturaleza, ya sea por suscripción, compras virtuales o publicidad, y en materia de privacidad y uso de datos de los usuarios.