Apple suele hacer estas cosas. De cuando en cuando, el protagonismo se lo lleva un periférico y, de hecho, es lo que hace que uno de sus equipos sean realmente rompedores. Sucedió con el Apple Pencil en su momento y, hace algunos días, más de lo mismo (pero elevado al cubo) con un inesperado periférico que da un nuevo impulso al iPad (si es que lo necesitaba). Nos referimos al nuevo Magic Keyboard, un salto hacia delante con el que el fabricante mira a los ojos a la Surface de Microsoft, aunque siendo más realistas, a quien realmente está retando es a sus clientes. ¿Por qué? Lo analizamos.
En lo que respecta a los productos de la marca de Cupertino, los análisis en frío y a pocas horas de presentar un producto, corren el riesgo de quedarse en la superficie y no alcanzar a ver sus intenciones reales. No vamos a entretenernos demasiado en las últimas novedades presentadas por el iPad Pro en comparación con el modelo precedente (2018), porque en ellas no está realmente la salsa en este plato. Sí la encontramos en la decisión de Apple de borrar esa cada vez más fina línea que separa las tabletas de las computadoras.
¿Computadora o tableta? Una cuestión semántica
Un análisis rápido podría haberse quedado en la mejora de procesador de la nueva tableta, mencionando las novedades de su sistema de cámara con LiDAR e incluso hablar de “un nuevo teclado”, pero Apple ha ido bastante más lejos con esto último. El Magic Keyboard dota a la tableta de un esperado trackpad, con lo que, si se desea, se puede dejar atrás el control táctil de la pantalla y combinarlo con una gestión más rápida, sobre todo en el ámbito del trabajo. Apple, además, ha sabido adaptar el trackpad a las peculiaridades del dispositivo y no se trata de una adaptación sin más. ¿Cómo lo ha logrado?
Quien tenga un Magic Trackpad en la Mac reconocerá enseguida los gestos y la transición será inmediata: de pronto, puedes cambiar fácilmente entre aplicaciones con un simple gesto o hacer scroll mediante el deslizamiento de los dedos en el trackpad. Y lo estarás pensando: ¿se acerca ahora el iPad hacia el terreno de las computadoras? Sí y no, aunque ese no es realmente el punto importante y los de Tim Cook juegan con esto en el propio eslogan: “Tu próxima computadora no es una computadora”. Es una forma muy brillante de resumir una realidad que nos cuesta ver, porque ya no sirven las etiquetas. Se trata de una cuestión meramente semántica: si el dispositivo hace su trabajo, da lo mismo que sea tableta o laptop.
Y con carácter retroactivo…
No olvidaremos fácilmente 2020, eso está claro. Pero la vida sigue y Apple lo sabe bien. Por dicho motivo, podría haber presentado este nuevo producto con sus accesorios empleando un perfil bajo en lo que respecta a la comunicación. En lo que toca al nuevo Magic Keyboard y para quienes usamos el iPad Pro como herramienta principal de trabajo, aquello fue amor a primera vista. La elegancia con la que el fabricante lo ha diseñado y establecido sus claves de uso son simplemente admirables y, desde luego, responde a la perfección a las expectativas que pueda tener el usuario que lo utilice como herramienta de trabajo en sus traslados.
Se puede criticar que no pueda usarse sobre el regazo debido a ese diseño flotante, pero pocas pegas más se le pueden sacar a este dispositivo, que además, incorpora por fin el teclado retroiluminado, algo absolutamente necesario para quienes usamos este dispositivo en toda circunstancia. También se le podrá criticar el precio, la famosa «tasa Apple» que, en mi caso, compensará con creces pagar para disfrutar de un uso mucho más ambicioso del dispositivo.
Y la mejor noticia para quienes usamos ahora el iPad Pro de 2018 es que la compatibilidad es retroactiva y podemos utilizar el Magic Keyboard en el modelo precedente, un detalle más de cómo cuida Apple a su nicho de clientes. Este nuevo salto supone un nuevo avance en la pugna que mantiene con Microsoft, pero, sobre todo, es un cambio de paradigma para el usuario en movilidad que cuenta ahora con una poderosa herramienta al servicio de la productividad.