Todo fue como una broma y, de hecho, se tardó mucho tiempo en entender que se trataba de algo real: Google eligió el 1 de abril (April Fools’ Day, el Día de los Inocentes en Estados Unidos) para presentar Gmail, su servicio de correo electrónico. Como puedes suponer, toda noticia que se presente este día corre el riesgo de ser considerada como una tomadura de pelo y máxime cuando lo que se presenta es rompedor.
Para ponernos en contexto, nos situamos en 2004, no hace realmente tanto tiempo, pero es como hablar del jurásico en años de internet. Por aquel entonces, el correo electrónico por excelencia era Hotmail ¿quién no tenía una cuenta de Hotmail por aquel entonces? El servicio de Microsoft operaba únicamente en web y lo hacía relativamente bien, pero contaba con un gran inconveniente: su escasa capacidad.
Como decimos, fue ese 1 de abril de 2004 cuando Google anunció un nuevo servicio de correo electrónico (siempre como adelanto y beta) que ofrecía de forma totalmente gratuita hasta 1 GB y que ofrecía el poderoso motor de búsqueda de la firma de Brin y Page integrado en la plataforma. Gmail era nuevo desde cualquier perspectiva: terminaba con la obligación de borrar correos electrónicos para no quedarse sin espacio (si tienes canas o poco pelo, sabes de lo que estamos hablando) y, de hecho, te permitía dejar los viejos correos acumularse ad infinitum para luego ser localizados mediante el motor de búsqueda.
Creado en el tiempo libre
Gmail presentaba también otra novedad a la que, personalmente, me costó acostumbrarme: la organización de los correos en conversaciones en lugar de carpetas. Hasta la fecha, podías crear carpetas en Hotmail o Yahoo! Mail y ahí guardar los viejos mensajes a conservar, pero Google quiso automatizar esto y que fuera el sistema el que automáticamente organizara los mails en hilos. Y esta dinámica se quedó para siempre. Volviendo a la curiosa historia del lanzamiento, el hecho de que fuera anunciado el Día de los Inocentes en Estados Unidos, restó credibilidad al lanzamiento, pero pronto los medios se dieron cuenta de que el producto era real y tangible.
Lo curioso del asunto es que Gmail no nació como un proyecto estratégico de la compañía, sino que fue el fruto de ese 20 por ciento de «tiempo libre» que la empresa permitía a sus empleados para desarrollar ideas propias. Fue el ingeniero Paul Buchheit quien dio vida al proyecto Caribú, los mimbres de lo que hoy conocemos como Gmail. Y si no conoces la truculenta historia de su génesis, te sorprenderá saber que nació en 1996 y que el propio Buchheit reconoció que trabajaba en él “durante semanas y luego me aburría”. La primera versión de Gmail funcionó en un servidor propio, pero sus compañeros pronto le pidieron añadir sus propios correos, cosa que pasó.
Al principio, capacidad limitada
Como hemos apuntado al comienzo del artículo, posiblemente la prestación que más destacarías de Gmail es precisamente su capacidad (casi) ilimitada de almacenamiento, pero en sus inicios, estos no eran los planes de Google. De hecho, la generosa capacidad llegó como una consecuencia del motor de búsqueda integrado: si se pretendía que fuera fácil localizar los mensajes, ¿qué sentido tenía forzar al usuario a borrarlos para no quedarse sin espacio? Fue la respuesta a esta pregunta la que motivó que la compañía adoptara la genial decisión por apostar por un almacenamiento exponencialmente superior al de sus rivales, y hacerlo de forma gratuita.
La otra magistral decisión de Google consistió en ofrecer este sensacional servicio con cuentagotas y mediante invitación: quien escribe estuvo en los primeros lotes de Gmail que se distribuyeron en España y todavía pasaría bastante tiempo hasta que Google lo universalizara. ¿Por qué fue una decisión magistral? Por lo que en marketing se conoce como el marketing de escasez: uno desea mil veces más un producto que es escaso o está a punto de terminarse. Te doy un ejemplo claro: si en la comida están todos los familiares disfrutando de un delicioso plato y queda un trozo minúsculo como resto, seguro que el deseo hacia ese trozo restante será muy superior a que si en la fuente hubiera abundancia.
El 1 de abril de 2004, Google asestó un golpe definitivo a los servicios de correo electrónico y, desde entonces, ningún rival ha logrado hacerle frente en condiciones, a excepción, posiblemente, de Apple y su servicio de nicho iCloud.com (otrora Mac.com y posteriormente Me.com). Microsoft no tiró la toalla, sin embargo, y evolucionó Hotmail hacia Live.com y en la parte corporativa creó Outlook.com, pero Google logró lo más difícil: hacer que su servicio sea el estándar en todo el planeta y difícilmente conocerás a alguien que no tenga cuenta en Gmail. ¿El futuro? La firma del buscador por excelencia seguirá evolucionando el motor de búsqueda y no ofrecerá soluciones de gran utilidad como las respuestas inteligentes y lo que puedan idear. Feliz aniversario, Gmail.