Con motivo del CES Asia 2016, el Editor en Jefe de Digital Trends, Jeremy Kaplan, estuvo en China. Encontró muchos innovadores, pero también una serie de productos que no son más que una copia pirata de los originales.
Es evidente que en el país asiático la piratería es totalmente aceptable y no la ven como un problema ilegal, también explicó que en alguno casos, un producto original es mejorado y el resultado final es un dispositivo mejor que el original, sin embargo esta práctica también es considerada ilegal en países occidentales como los nuestros.
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En la fotografía anterior podemos observar un copia casi idéntica al Google Glass, pero en este caso se hacen llamar CoolGlass
“La compañía AltoTech me dijo no, en repetidas ocasiones, estos no son Google Glass, esto es CoolGlass y nosotros los fabricamos”, dijo Kaplan, en su columna de Digital Trends.
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Los expertos apuntan que el problema radica en el hecho que en China se fabrican la mayoría de los productos de tecnología por lo tanto resulta difícil controlarlo.
“Demasiados productos son manufacturados en el extranjero, es difícil mantener al caballo de la imitación en el establo sin monitoreo alguno”, declaró Stuart Soffer, un experto de propiedad intelectual, graduado de la Escuela de Leyes de la Universidad de Stanford.
Situaciones de esta magnitud nunca llegarían a suceder en los Estados Unidos, a principios de año en el CES de Las Vegas, agentes federales confiscaron una patineta de una sola rueda que copiaba la invención de una compañía de Santa Cruz, California.
“China tiene una cultura más tolerante a la piratería”, mencionó, Gary Shapiro, Presidente y CEO de la CTA que organiza los eventos CES. “Gobiernos occidentales han trabajado duro para meter a China a los estándares occidentales de propiedad intelectual, China ha avanzado mucho pero queda mucho trabajo por hacer”.
La conclusión es sencilla y posiblemente irreparable.
Los Gobiernos occidentales le han confiado a China su propiedad intelectual para que la fabrique en producción masiva en aras del capitalismo. No debemos de esperar que China se comporte como un socio leal de la insaciable necesidad de consumir productos, sin apartar un poco de ese dinero para ellos vía la piratería.