Después de tener el Chevy Bolt EV en mi poder por aproximadamente 12 horas esto fue lo que encontré.
Tengo que decir que no es la primera vez que manejo el Chevy Bolt EV, a decir verdad, lo manejé hace más de año y medio, cuando era una unidad de preproducción, en enero del 2016 en Las Vegas, Nevada, durante el CES.
Desde aquel primer día fue un “amor a primera vista”, aunque el auto no es físicamente atractivo, sus entrañas son las que apasionan, soy un amante del medio ambiente, pero hasta cierto punto, tengo mis límites: no antepongo mi comodidad en favor de un ambiente más saludable.
La idea de Chevrolet en 2016 cuando fue presentado el Chevy Bolt EV era simple, “el auto eléctrico para las masas”, declaró Mary Barra, CEO de General Motors. Dicho de una forma más coloquial, buscan que sea el coche eléctrico para todos. Sinceramente no estoy seguro que eso sea verdad a 18 meses de esa declaración.
El Chevy Bolt EV no es para todos, al menos no lo es todavía. Esta impresión no tiene nada que ver con el auto mismo, más sí, con la infraestructura a nuestro alrededor, si no existen suficientes cargadores rápidos en una metrópoli tan grande como Dallas-Fort Worth, ¿cómo será en una ciudad más chica?.
Pero vayamos al manejo del auto. Aunque me prestaron una versión limitada en accesorios, los asientos se sienten baratos para un carro de aproximadamente $38,000 dólares. La versión probada fue la LT con asientos de tela, la versión Premiere que fácilmente pasa los $40,000 dólares si tiene asientos de piel. Con respecto a los asientos, estos son muy firmes y por lo tanto incómodos para un manejo prolongado.
El Bolt EV tiene dos pantallas que proporcionan toda la información del auto, un infotainment con toda la información relacionada con GPS, música, comfort, teléfono y demás tecnología. Un acierto de Chevrolet es incluir Android Auto y Apple CarPlay en todos sus modelos recientes.
El manejo en sí es increíble, tiene una potencia con un torque demoledor, no tuve problemas en dejar atrás a grandes SUVs en la autopista, ya que el agarre es también el de un auto deportivo, simplemente grandioso, y por supuesto y por ser un auto completamente eléctrico el sonido en el interior es casi nulo, solo se escuchan las llantas al contacto del pavimento y eso solo en la carretera.
Obviamente estas solo son, las primeras impresiones, apenas hemos probado el auto durante medio día. A lo largo de la semana, pondremos a prueba el rango prometido de 238 millas por carga y la rapidez de las recargas en las estaciones de voltaje rápido. Sigan pendientes, seguiremos informando y diremos nuestra opinión sin tapujos ni parcialidades.