Tal como lo esperaba, Amazon lanzó decenas de productos en su evento anual. Para los hispanohablantes, la noticia más importante es que ahora Alexa habla en español. Y si bien no fue una sorpresa, pues se había anunciado un día antes, fue relevante que se mencionara en una actividad de tanta resonancia como el evento anual de hardware en Seattle.
Se ha cumplido mi petición para que Alexa fuese más allá. Sin duda alguna, agregar mi idioma materno como opción para los clientes en Estados Unidos es un gran avance para la herramienta virtual, que se había quedado rezagada frente al Asistente de Google.
Convertirse en bilingüe en un país con tantos inmigrantes era una deuda que zanja Amazon, pero que no hace necesariamente a Alexa más inteligente. Quizá fue por eso que la empresa se dedicó, al principio de la conferencia, a mostrar cómo su asistente, que antes solamente podía hacer 13 cosas, recibe ahora cientos de miles de comandos.
Otra mejora es que Alexa ahora entiende mejor los requerimientos, por lo que espero que los gritos sean solo un recuerdo lejano. Habrá que probar esta capacidad para saber si realmente ha mejorado, aunque Amazon indicó que el sistema será 50 por ciento más preciso que antes.
Desde ahora, si Alexa responde algo que no tiene que ver con lo que le preguntaste, puedes exigirle saber que escuchó. Eso me ha sucedido frecuentemente y puede ser por una variedad de razones, partiendo por mi acento. Será interesante saber qué percibió Alexa, pero mejor sería que simplemente respondiera bien desde el principio.
Nos hace falta todavía experimentar con estas mejoras y con el español. Ahora, que se integrará a los nuevos productos, como los audífonos, las gafas y el anillo inteligentes, Amazon tiene muchísimos más motivos para que Alexa sea lo que era antes: el mejor asistente virtual.