El histórico trasplante de un corazón de cerdo genéticamente modificado a un paciente humano no habría sido posible sin el uso de un coctél de sustancias que incluyó cocaína, contó uno de los médicos que participó en la inédita cirugía, realizada el pasado 7 de enero en Maryland, Estados Unidos.
Los pormenores del uso de la sustancia, prohibida en Estados Unidos, fueron reveladas por el cirujano Muhammad Mohiuddin —de origen musulmán— en una entrevista para Vice.
Según el médico, el corazón trasplantado tuvo que ser preparado con un coctél de sustancias, incluidas las hormonas cortisol y adrenalina, y cocaína. El especialista dijo que la solución prolonga la viabilidad del corazón, pues en el pasado, durante otros trasplantes se ha documentado un deterioro en el órgano, lo que afecta su capacidad de funcionar después de la cirugía.
«Sin esta solución teníamos fallas en un plazo de 48 horas», dijo el cirujano. «Con la solución el corazón se conservó bien y comenzó a latir muy bien».
La cocaína es una sustancia que estimula el sistema nervioso, y a nivel cardiovascular, se tiene documentado que actúa como un vasoconstrictor (estrecha los vasos sanguíneos) y que también puede provocar taquicardias.
Pese a ello, y tras la histórica experiencia en el trasplante del órgano, el médico destaca que el uso de la solución aplicada al corazón de cerdo modificado genéticamente podría resultar beneficioso en otros trasplantes de corazón.
«Sería un gran avance si el proceso es aprobado por las agencias regulatorias, pues generalmente no obtenemos corazones en un plazo de horas; hacerl nos permitiría traer órganos de otros estados», agregó.
El médico dijo que el uso de cocaína en el trasplante fue aprobado por las autoridades de Estados Unidos después de un minucioso proceso.
A la fecha, el paciente que recibió el corazón de cerdo, reporta un buen estado de salud.