China ha comenzado a usar hisopos anales para testear a las personas que podrían tener un alto riesgo de contraer COVID-19, informó la televisión estatal.
Según los médicos, el invasivo procedimiento podría ser más efectivo para detectar el virus que los exámenes que toman muestras de la garganta o la nariz.
Los funcionarios tomaron muestras anales de residentes de vecindarios con casos confirmados de COVID-19 en Beijing a mediados de enero de 2021, reportó la emisora china CCTV (vía Medical Express).
Las personas que se encuentran en instalaciones destinadas para cumplir cuarentenas, como residencias sanitarias, también se han sometido a la prueba.
¿Por qué la prueba sería más efectiva?
El método de hisopos anales “puede aumentar la tasa de detección de personas infectadas”, dijo Li Tongzeng, médico del Hospital You’an de Beijing, a la cadena CCTV.
Según explicó, los rastros del virus permanecen durante más tiempo en el ano que en el tracto respiratorio.
En septiembre de 2020, un estudio de la Universidad de Hong Kong descubrió que pacientes con COVID-19 podrían desarrollan una infección viral intestinal activa y prolongada, incluso en ausencia de síntomas gastrointestinales.
De acuerdo a los investigadores, el coronavirus tiene la capacidad de continuar replicándose en el tracto digestivo, incluso después de haber sido eliminado de los pulmones.
“La prueba de heces es precisa y segura, lo que la hace adecuada y más eficaz para la detección de COVID-19 en grupos específicos de personas”, afirmó Francis Chan, decano de Medicina de la Universidad de Hong Kong.
De todos modos, los hisopos anales no se usarían tan ampliamente como otros métodos, ya que la aplicación de la técnica no es tan práctica como las de nariz y garganta.