La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos aprobó el primer medicamento para adultos y niños contra la infección provocada por el virus del ébola, una medida que permite sacar lecciones para enfrentar la pandemia del COVID-19.
Denominado de Inmazeb, el fármaco es una mezcla de tres anticuerpos monoclonales (atoltivimab, maftivimab y odesivimab-ebgn), que había sido probado durante la epidemia que afectó a la República Democrática del Congo entre 2018 y 2019.
El medicamento fue desarrollado por la farmacéutica estadounidense Regeneron, que está probando un tratamiento con anticuerpos para el COVID-19, y que fue recibido por el presidente Donald Trump de forma experimental.
El virus del ébola se transmite a través del contacto directo con sangre, fluidos corporales y tejidos de personas infectadas o animales salvajes, así como con superficies y materiales, como ropa de cama y ropa, contaminados con estos fluidos.
Aprendizajes para el COVID-19
Inmazeb se evaluó en 382 pacientes adultos e infantiles con infección confirmada por el virus del ébola participaron en un ensayo denominado PALM, como parte de un programa de acceso ampliado realizado en la República Democrática del Congo durante el brote del virus de 2018 y 2019.
De los 154 pacientes que recibieron Inmazeb, el 33.8 por ciento murió después de 28 días, en comparación con el 51 por ciento de los 153 pacientes que recibieron el medicamento de control. En un programa de acceso ampliado, otros 228 pacientes recibieron Inmazeb.
PALM fue el primer intento importante de realizar un ensayo clínico riguroso durante un brote de enfermedad en curso. Previamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) era reacia a realizarlos, porque podría restar recursos al cuidado de los enfermos.
Los investigadores ahora están aplicando las lecciones para enfrentar el ébola en la pandemia de COVID-19. Uno de los ensayos que se llevan a cabo en Estados Unidos, el remdesivir antiviral, se inspiró en el PALM, según consigna The Verge.
«Lo que aprendimos del ébola es definitivamente algo que nos está ayudando a ser aún mejores durante este brote», afirmó Andre Kalil, profesor de medicina interna en el Centro Médico de la Universidad de Nebraska, en declaraciones recogidas en febrero pasado.
Efectos secundarios
Los síntomas más comunes experimentados al recibir el medicamento incluyeron: fiebre, escalofríos, taquicardia (frecuencia cardíaca rápida), taquipnea (respiración acelerada) y vómitos. Sin embargo, estos también son síntomas comunes de la infección por el virus del ébola.
Según detalló la FDA, los pacientes que reciben Inmazeb deben evitar la administración simultánea de una vacuna viva, debido al potencial del tratamiento para inhibir la replicación del virus y posiblemente reducir la eficacia.
En pacientes que toman Inmazeb puede producirse hipersensibilidad, incluidos los acontecimientos relacionados con la perfusión, y el tratamiento debe interrumpirse en caso de una reacción de hipersensibilidad.
Inmazeb recibió una designación de medicamento huérfano para el tratamiento de la infección por el virus del Ébola. La designación de medicamento huérfano ofrece incentivos para ayudar y fomentar el desarrollo de medicamentos para enfermedades raras. Además, la agencia otorgó a Inmazeb una designación de Terapia Avanzada para el tratamiento de la infección por el virus del ébola de Zaire.
El fármaco se suma a Ervebo, la primera vacuna para la prevención de la enfermedad por el virus del ébola, aprobada en diciembre de 2018 por la FDA.