Facebook se ha negado a compartir sus ingresos publicitarios con los medios de comunicación. De hecho, prefiere deshacerse de los contenidos informativos antes que pagar por compartirlos a través de su plataforma.
Así lo planteó la red social a la Comisión de Competencia y Consumidores de Australia (ACCC), organismo al cual el secretario del Tesoro, Josh Frydenberg, había solicitado crear un reglamento obligatorio para avanzar en aquel sentido.
La razón de la medida era la crisis por la que atraviesa el mercado editorial australiano, varias de cuyas empresas han debido reducir la cantidad de trabajadores o bien bajar definitivamente sus cortinas a causa de la pandemia de COVID-19, informó The Guardian.
Facebook rechazó varias de las propuestas de la ACCC, dijo que había una «rivalidad saludable» con los medios y, en último caso, aseguró «no habría impactos significativos» si decidiera deshacerse de las noticias.
El periódico británico añadió que “el gigante de las redes sociales dijo que apoyaba la idea de un código de conducta entre las plataformas digitales y las empresas editoriales, pero que, al igual que a Google, se lo ‘discriminaba’ injustamente”.
«Hicimos un cambio en nuestro algoritmo de clasificación de News Feed en enero de 2018 para priorizar el contenido de amigos y familiares. Estos cambios tuvieron el efecto de reducir la exposición de la audiencia al contenido público de todas las páginas, incluidas las noticias”, explicó.
“A pesar de esta reducción en el compromiso con el contenido de las noticias, los últimos dos años han visto (…) mayores ingresos, lo que sugiere que el contenido de las noticias es altamente sustituible con otro contenido para nuestros usuarios y que las noticias no generan un valor significativo a largo plazo para nuestro negocio”, desafió.
«Si no hubiera contenido de noticias disponible en Facebook en Australia, estamos seguros de que el impacto en las métricas e ingresos de la comunidad de Facebook no sería significativo», puntualizó.
Además, la firma liderada por Mark Zuckerberg postuló que las noticias representan «solo una fracción muy pequeña del contenido en el suministro de noticias de los usuarios promedio de Facebook».
«No es saludable ni sostenible esperar que dos compañías privadas, (como) Facebook y Google, sean las únicas responsables de apoyar un bien público y resolver los desafíos que enfrenta la industria de los medios de comunicación de Australia», expuso.
Según la empresa con sede en Menlo Park, cualquier regulación “debe reconocer que existe una rivalidad sana y competitiva en la relación entre las plataformas digitales y los medios, en el sentido de que competimos por los ingresos publicitarios».
Si la autoridad australiana aprobara un nuevo código, prosiguió la empresa estadounidense, no solo tendría que subsidiar a sus competidores, sino que también distorsionaría el mercado publicitario, lo cual conduciría a precios más altos.
“Facebook dijo que había enviado 2.3 billones (2,300 millones) de clics a los editores de noticias australianos en los cinco meses comprendidos entre enero y mayo de 2020, cuyo valor estimó en $195.8 millones de dólares”, agregó el diario londinense.