Luego de cuatro días de presentaciones 100 por ciento en línea, inéditas en la historia de la E3, la mayor feria de la industria de los videojuegos llegó a su fin. E3 2021 pasará a la historia por su formato, pero también será recordada por ser, muy probablemente, la más desangelada de todas sus ediciones. Y es que si bien la ESA (la empresa que organiza el evento) hizo todo lo posible por sortear las dificultades que impuso la pandemia de COVID-19, fue inevitable que los confinamientos a lo largo y ancho del mundo tuvieran un impacto en el desarrollo de los videojuegos, lo que terminó por reducir la oferta de anuncios.
Pese lo desnutrido de la E3, hubo espacio para algunas sorpresas. Nadie esperaba que Nintendo mostrara un Metroid 2D. Menos que la bomba de Ubisoft fuera un juego inspirado en una taquillera película de 2009. Quien no desaprovechó la oportunidad de mostrarse fue China, que si en el sector de la tecnología de consumo avanza a pasos agigantados, en la industria de los videojuegos quiere hacerse de un nombre con juegos como el battle royale Naraka: Bladepoint o Loopmancer, un metroidvania que presenta una llamativa versión futurista de Hong Kong.
Con esta montaña rusa de anuncios y sensaciones, E3 2021 concluyó con una entrega de premios que también lució desangelada, lo mismo por el formato que por la estructura de la premiación. Las empresas que no dieron la espalda a la ESA y pagaron por ser parte de E3 recibieron un premio. Gearbox, que apenas mostró un lanzamiento de calado porque solo tiene uno en desarrollo, se llevó un premio. Intellivision, la empresa que en los años ochenta fue uno de los nombres más importantes de la industria, también fue reconocida. Apenas una de las categorías puso en competencia a todos los juegos mostrados en el show con un resultado sorpresivo: el juego que más emocionó al jurado que votó en los premios fue Forza Horizon 5, con escenarios en México y el papel picado (un adorno típico del Día de Muertos) más realista jamás visto en un videojuego.