El primer caso documentado en el mundo de reinfección por el nuevo coronavirus reportaron el lunes 24 de agosto de 2020 investigadores de la Universidad de Hong Kong (HKU).
No pasaron ni 24 horas para que Europa identificara a un par de personas afectadas por la misma situación, según un informe de la agencia EFE.
Uno de ellos fue identificado en Países Bajos y correspondió a una persona de la tercera edad de sexo masculino con su sistema inmunológico “deteriorado”.
“Todas las infecciones por SARS-CoV-2 tienen una huella digital diferente, un código genético. Las personas pueden cargar con restos del virus durante mucho tiempo después del contagio y ocasionalmente secretan un poco de ácido ribonucleico (ARN)”, explicó la viróloga Marion Koopmans.
Citada por la televisión holandesa NOS, la también asesora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) evitó referirse a los síntomas del paciente y resaltó que el hallazgo no sorprende, porque “está en línea con las expectativas”.
Según la especialista neerlandesa, “las infecciones respiratorias pueden ocurrir dos veces o incluso con más frecuencia. Sabemos que una persona no está protegida de por vida si se ha contagiado una vez y eso es lo que esperamos con la COVID-19”.
El segundo caso europeo fue observado en Bélgica y lo registró una mujer con sintomatología leve, confirmó el experto y asesor gubernamental Marc Van Ranst.
Al igual que el hombre enfermo de Hong Kong, el análisis de laboratorio confirmó de que la persona portó dos cepas diferentes del nuevo coronavirus.
“La mujer sufrió una segunda recaída tres meses después de la primera infección. Hemos podido examinar genéticamente ese virus en los dos casos y tenemos los suficientes datos para determinar que es otra cepa”, indicó a la cadena televisiva VTM News.
El primero del mundo
El caso pionero correspondió a un trabajador del sector de las tecnologías de la información de 33 años que fue dado de alta en abril de 2020 tras visitar un hospital por síntomas de COVID-19.
Sin embargo, el hombre volvió a dar positivo por el virus después de regresar a Hong Kong desde España a principios de agosto, informó la estación televisiva RTHK.
“Al principio, los funcionarios de salud no estaban seguros de si el hombre era un ‘portador persistente’ del virus de su infección anterior”, planteó la versión.
Gracias al trabajo de secuenciación genética de los científicos de la HKU, se demostró que las cepas contraídas en abril y agosto eran «claramente diferentes».
Los investigadores aseguraron que el estudio ha sido aceptado por la revista Clinical Infectious Diseases, dependiente de la Universidad de Oxford.
“Muchos creen que los pacientes recuperados de COVID-19 tienen inmunidad contra la reinfección porque la mayoría desarrolló una respuesta de anticuerpos neutralizantes del suero. Sin embargo, hay evidencia de que algunos pacientes tienen un nivel de anticuerpos decreciente después de unos meses”, agregaron.
El equipo de la HKU explicó que este último hallazgo sugiere que el SARS-CoV-2 “puede persistir en la población global, tal como lo hacen otros coronavirus humanos asociados al resfrío común, incluso si los pacientes han adquirido inmunidad a través de una infección natural”.
Por tal motivo, los pacientes recuperados de COVID-19 “también deberían usar máscaras y mantener el distanciamiento social”.
«Dado que la inmunidad puede ser de corta duración después de una infección natural, también se debe considerar la vacunación para las personas que ya experimentaron un episodio de infección», finalizaron.
*Nota actualizada el 25 de agosto de 2020 con casos de reinfección en Europa