Con la finalización de 2019 (y, en rigor, con el fin de cualquier otro año), llega el momento de reflexionar sobre todo tipo de asuntos. Ahora que la tecnología se ha convertido en parte fundamental de nuestras vidas, vale la pena considerar algunos propósitos tecnológicos para cumplir este 2020, desde pagar solo por los servicios digitales que realmente se usan hasta no ignorar a los demás por el uso del teléfono, pasando por mantener “limpio” tu correo electrónico y no llenar tus dispositivos de aplicaciones “basura”.
Pagar por las servicios que realmente se usan
Anteriormente, eran Spotify y Netflix; ahora, es impresionante la cantidad de servicios digitales a la que puede estar suscrito un usuario, desde Disney Plus hasta Apple Music. Luego del periodo de prueba, en el que se debe registrar la tarjeta de crédito, sucede que no todos se dan de baja de las plataformas que no seguirán utilizando, por lo que cada mes se encuentran con sorpresas en su estado de cuenta, si es que suelen revisarlo.
En este sentido, se vuelve importante pagar solo por las aplicaciones que realmente se usan y darse de baja de aquellas que únicamente se querían probar durante su periodo sin costo, sobre todo para no terminar en números rojos cada mes.
Mantener limpio el correo electrónico
Dicen que hay dos tipos de personas: los que suelen tener su bandeja de correo en ceros y los que acostumbran dejarla con miles emails, desde suscripciones a newsletters hasta mensajes nunca abiertos del trabajo.
Si el correo digital pudiera transformarse en físico, más de un usuario llenaría rápidamente su escritorio con distintos sobres. Ahí la relevancia de tener una bandeja de entrada lo más “limpia” posible, ya que se puede tener una mejor organización y una rápida respuesta a los asuntos que realmente importan.
Respaldar y organizar la información
Desde discos portátiles hasta servicios de nube, los usuarios tienen cada vez más opciones para almacenar su información. Las ventajas que se abren son diversas: tener un respaldo en caso de una falla en la computadora o el celular; y organizar los archivos para compartirlos más fácilmente en un determinado momento.
Además, en el proceso, se pueden eliminar aquellos documentos, imágenes y videos que no serán necesarios en el futuro, lo que al final dará paso a nuevo contenido realmente útil en los diversos gadgets.
No llenarse de apps basura
En promedio, los usuarios tienen unas 80 aplicaciones en sus móviles, sin embargo, pueden llegar a utilizar unas nueve al día y 30 cada mes, por lo que más de la mitad solo está ocupando espacio. En otro escenario, como se ha mostrado en distintos reportes, los desarrollos móviles pueden ser el acceso a diversos ataques que tienen la intención de robar información personal o tomar el control del celular.
La recomendación es instalar aplicaciones que realmente se van a usar, no llenarse de apps de moda que pronto quedarán olvidadas en el smartphone y que podrían estar a merced de los atacantes.
Limpiar el exterior de los dispositivos
Además de una limpieza interna, como la eliminación de contenido no necesario, los gadgets también necesitan una externa, en su estructura, sobre todo para mantenerse en un estado óptimo.
Asimismo, tener una computadora o celular con la pantalla sin manchas, da una buena impresión a los demás. Eso sí, es importante tener presente cómo limpiar cada uno de los electrónicos, desde la laptop hasta los audífonos inalámbricos, qué materiales y sustancias emplear para no dañarlos.
No ignorar a los demás por el uso del celular
Una estampa cada vez más común: una pareja en un café que no habla; en vez de eso, cada uno de los miembros prefiere estar mirando la pantalla de su celular o riendo de algún meme compartido por una persona a kilómetros de distancia. A esa práctica se le ha denominado phubbing.
Tal vez ha llegado la hora de establecer la etiqueta de que nadie puede sentarse con el teléfono en la mano en un restaurante, o sacarlo para tomar fotos o videos de un concierto, en lugar de disfrutarlo. La regla debería ser que el smartphone no tiene que distanciar a los amigos o familiares que están compartiendo la misma mesa o espacio.
Desconexión total
Sucede que la tecnología ha cambiado también la forma en que se “disfruta” del tiempo libre, tanto así que cada vez es más difícil desconectarse completamente. Ahí están los que se atreven a contestar correos en su vacación o llevarse la computadora a la playa para atender pendientes de la oficina.
Lo cierto es que la tecnología también puede ayudar a tener una desconexión total. Por ejemplo, es posible dejar una respuesta automática en el correo o silenciar las distintas notificaciones de los grupos del trabajo. Al final, el descanso sin la oficina en las espaldas es un verdadero placer.
No usar la misma contraseña para todo
¿Se está cada vez más cerca del fin de las contraseñas? Por lo pronto, lo mejor es no usar la misma clave para las distintas aplicaciones, redes sociales o todo tipo de servicios digitales que hay en la actualidad.
Es por ello que resulta relevante contar con un gestor de contraseñas, que además de ofrecer un cifrado de última generación, permite crear passwords seguros y únicos para las distintas plataformas. LastPass y 1Password son dos alternativas interesantes en este sentido.
Bienestar físico con ayuda tecnológica
Para los que quieren estar en forma, pueden echar mano de los distintos wearables que hay en el mercado, desde relojes hasta pulseras inteligentes con todo tipo de avanzadas funciones. El 2019 fue un año más que interesante con respecto a la tecnología vestible.
La mayor parte de estos dispositivos, en distintos rangos de precio, ofrece detección automática de actividad física, monitoreo de ritmo cardiaco, registro de calorías quemadas, GPS para no depender del celular y recordatorios para activarse, entre otras características. En todo caso, el reto sigue siendo tener disciplina para convertir el ejercicio como parte del estilo de vida de cada uno.