La NASA ha compartido un video (arriba) que cuenta la historia de la desaparición de los tomates espaciales, una historia misteriosa que recientemente llegó a los titulares de todo el mundo.
Cuando un par de tomates desaparecieron en la Estación Espacial Internacional a principios de este año, los astronautas a bordo del puesto orbital sospecharon que la última persona que los vio también podría haberlos comido.
Pero el astronauta de la NASA Frank Rubio protestó su inocencia, insistiendo en que después de cosechar los tomates, los colocó dentro de una bolsa de plástico antes de asegurarla en un lugar designado. El problema era que cuando regresó, la bolsa y los tomates habían desaparecido, y las condiciones de microgravedad aparentemente la habían alejado de su ubicación original.
Después de regresar a la Tierra en septiembre después de una estadía récord en el espacio, Rubio dijo en una entrevista que había pasado hasta 20 horas buscando los tomates.
«Pasé muchas horas buscando esa cosa», dijo Rubio. «Estoy seguro de que el tomate desecado aparecerá en algún momento y me reivindicará en el futuro».
Bueno, no tuvo que esperar tanto, ya que la semana pasada, en una transmisión en vivo con la tripulación de la ISS para conmemorar el 25 aniversario de la estación, la astronauta de la NASA Jasmin Moghbeli tuvo una gran sorpresa que informar: «Nuestro buen amigo Frank Rubio, que se fue a casa [en septiembre], ha sido culpado durante bastante tiempo por comerse el tomate. Pero podemos exonerarlo. Encontramos el tomate».
Moghbeli luego reveló los restos de los dos tomates rebeldes dentro de la misma bolsa en la que Rubio los había puesto a principios de este año. La NASA los describió como «deshidratados y ligeramente aplastados, pero sin crecimiento microbiano o fúngico visible».
El breve video de la agencia espacial cubre el misterio de principio a fin y también comparte imágenes de las instalaciones de cultivo que Rubio utilizó durante su estadía de un año a bordo de la estación espacial.
Los astronautas han estado probando durante mucho tiempo este tipo de instalaciones en la ISS. Dado que las tripulaciones viven principalmente de alimentos preenvasados, cultivar y comer alimentos frescos puede aumentar el bienestar mental y físico de los astronautas.
El desarrollo de instalaciones de crecimiento efectivas también es importante si alguna vez vamos a enviar humanos a lugares remotos durante períodos prolongados, ya que no será eficiente empacar una nave espacial con grandes cantidades de alimentos preenvasados.
Esto significa que es casi seguro que las plantas de tomate formarán parte de futuras misiones tripuladas de larga duración al espacio profundo. Pero la NASA podría querer encontrar una mejor manera de asegurar esas bolsas.