Internet transmitido desde satélites se está generalizando lentamente. Hace apenas una semana, T-Mobile anunció que su servicio T-Satellite ahora es compatible con Google Maps, WhatsApp, X y un montón de otras aplicaciones. AT&T y Verizon ya están en línea, mientras que SpaceX y Amazon también están impulsando sus respectivos proyectos de comunicación satelital. Ahora, una startup con sede en EE. UU. quiere ir un paso más allá y emitir luz solar en las horas oscuras, por un precio.
La gran promesa
Una startup con sede en California llamada Reflect Orbital solicitó recientemente una licencia de la Comisión Federal de Comunicaciones de EE. UU. (FCC) para lanzar un satélite de prueba que reflejará la luz solar a pedido en cualquier ubicación solicitada. La idea es crear una constelación de casi 4.000 satélites para 2030 que actuarán como espejos gigantes en el espacio.
¿Por qué, te preguntarás? La luz solar es una fuente de energía ecológica prácticamente ilimitada, pero la compañía se centra en granjas e instalaciones que dependen de la energía solar para operar. «Acceso continuo y confiable a la energía, de día o de noche, para aumentar la generación de energía», promete en el sitio web.
Reflect Orbital dice que el sistema satelital que proporciona rayos de luz solar en la oscuridad se puede enviar en cuestión de minutos y permite una fuente de energía que se puede implementar a nivel mundial, incluso en las regiones más difíciles de alcanzar. Por supuesto, reducirá la dependencia de los combustibles fósiles para obtener energía, lo que conlleva el conocido riesgo de contaminación grave.
La gran reacción
En la superficie, el plan de transmitir luz solar por la noche para que las granjas puedan seguir funcionando suena benigno. Después de todo, no es muy diferente de los paneles solares que atrapan la energía del Sol durante el día. Sin embargo, la comunidad científica ha expresado su profunda preocupación por cualquier proyecto de este tipo y señala que las «consecuencias serían nefastas».
Verá, la contaminación lumínica ya es un gran problema para las observaciones astronómicas, y la inyección de satélites en órbita para proyectos comerciales solo está empeorando el problema. «Iluminar el suelo por la noche con 4.000 satélites brillantes de este tipo es potencialmente ruinoso para la astronomía óptica terrestre de última generación», dijo Anthony Tyson, científico jefe del Observatorio Rubin, citado por Bloomberg.
Según un análisis realizado por científicos, el parche de luz solar emitido por un satélite cubriría un área de al menos siete kilómetros de ancho y sería mucho más brillante que la luna. En pocas palabras, la luz artificial que brilla en la oscuridad alterará drásticamente el ecosistema natural, especialmente los hábitos nocturnos de la vida silvestre.