La Tierra y la Luna son como un matrimonio indisoluble, más lejos o más cerca por momentos específicos, siempre están orbitando juntos desde el comienzo.
Pero lo cierto es que nuestro planeta también ha tenido periodos de «infidelidad espacial», ya que pequeños satélites la han orbitado por meses o años.
Se trata de objetos, asteroides o chatarra espacial que se queda atrapada en la órbita gravitacional de la Tierra.
Como recalca el Instituto Smithsoniano, «la última miniluna que visitó la Tierra fue 2020 CD3, que rodeó la Tierra durante unos meses antes de que volara para orbitar el sol en marzo. Ahora, Deborah Byrd y Eddie Irizarry escriben para EarthySky.org que los científicos han identificado otra pieza de material espacial que se espera que se una a la órbita de la Tierra, conocida como 2020 SO».
Asteroid 2020 SO may get captured by Earth from Oct 2020 – May 2021. Current nominal trajectory shows shows capture through L2, and escape through L1. Highly-chaotic path, so be prepared for lots of revisions as new observations come in. @renerpho @nrco0e https://t.co/h4JaG2rHEd pic.twitter.com/RfUaeLtEWq
— Tony Dunn (@tony873004) September 20, 2020
Miniluna 2020 SO
Esta miniluna podría ser un asteroide, pero lo que más hace sentido es que sea basura espacial: es decir, un cohete propulsor sobrante de la década de 1960.
«Los astrónomos vieron por primera vez 2020 SO el 17 de septiembre con el telescopio Pan-STARRS1 en Hawai, informa EarthSky.org. Se prevé que entre en la órbita de la Tierra en octubre o noviembre y podría quedarse hasta mayo del próximo año», agregó el Instituto Smithsoniano.
«Sospecho que este objeto recién descubierto 2020 SO es un antiguo cohete propulsor porque sigue una órbita alrededor del Sol que es extremadamente similar a la de la Tierra, casi circular, en el mismo plano, y solo un poco más lejos del Sol en su punto más lejano», comenta el doctor de la NASA, Paul Chodas a CNN.
Chodas además intenta entregar una aproximación sobre qué sería esta miniluna.
“En aproximadamente un mes tendremos una indicación de si 2020 SO realmente es un cuerpo de cohete o no, ya que deberíamos comenzar a poder detectar el efecto de la presión de la luz solar en el movimiento de este objeto. Si realmente es el cuerpo de un cohete, será mucho menos denso que un asteroide y la ligera presión debida a la luz solar producirá suficientes cambios en su movimiento que deberíamos poder detectarlo en los datos de seguimiento», comentó.