SpaceX acaba de probar un propulsor Super Heavy antes de la novena prueba de vuelo de Starship.
El lanzamiento desde tierra del cohete más poderoso del mundo tuvo lugar en el sitio Starbase de SpaceX en Boca Chica, Texas, el jueves.
En particular, la próxima prueba de vuelo implicará la primera reutilización de un propulsor Super Heavy, ya que este en particular realizó su vuelo inaugural en la séptima prueba en enero de 2025.
SpaceX compartió imágenes del incendio estático del jueves en una publicación en las redes sociales:
La reutilización de los propulsores de cohetes es una parte clave del sistema de vuelos espaciales de SpaceX. La compañía ha estado aterrizando y reutilizando la primera etapa de su cohete Falcon 9 durante años, lo que ha ayudado a la compañía a reducir drásticamente el costo de los vuelos espaciales. Hacer lo mismo con el Super Heavy, sin embargo, es un esfuerzo más desafiante debido al tamaño mucho más grande del cohete, y porque en lugar de aterrizar en una superficie dura como el Falcon 9, SpaceX está utilizando un nuevo método que involucra brazos mecánicos gigantes en la torre de lanzamiento que aseguran el Super Heavy sobre el suelo a medida que regresa.
Hasta ahora, SpaceX ha logrado llevar a casa con éxito el propulsor Super Heavy tres veces, logrando la notable hazaña por primera vez en octubre del año pasado. La compañía de vuelos espaciales dirigida por Elon Musk dijo que la primera reutilización del Super Heavy será un paso hacia su objetivo de «revuelo sin contacto», en otras palabras, despegues repetidos sin que el Super Heavy toque el suelo entre misiones.
Aún no se ha fijado una fecha para la novena prueba de vuelo de la Starship, que comprende la primera etapa Super Heavy y la nave espacial Starship de etapa superior.
En las dos últimas pruebas, la nave espacial se rompió en el aire debido a problemas recurrentes del sistema de propulsión relacionados con las vibraciones estructurales y las vulnerabilidades de la línea de combustible. Después de haber abordado esos problemas, los ingenieros de SpaceX estarán desesperados por que la próxima prueba cumpla con los objetivos de su misión, que incluirán un aterrizaje suave de la nave espacial en el Océano Índico.
SpaceX tiene como objetivo aumentar las pruebas de Starship este año, ya que la NASA espera usar una versión modificada de la nave espacial para llevar a dos astronautas a la Luna en la muy esperada misión Artemis III, que actualmente está programada para 2027.