Con la ayuda de supercomputadoras 3D, un grupo de investigadores consiguió modelar el Messier 87, el primer agujero negro del que se tiene imagen.
El objeto supermasivo se encuentra a 55 millones de años luz de la Tierra, en la constelación de Virgo. En 2019, con la ayuda del Event Horizon Telescope (EHT) se obtuvo la primera imagen de este agujero negro.
Según los científicos, el M87 atrae materia que gira en un disco en órbitas cada vez más pequeñas hasta que es tragada por el agujero negro.
Este chorro se lanza desde el centro del disco de acreción que rodea al M87. Ahora, un grupo de físicos de la Universidad Goethe pudo modelar esta región con un amplio nivel de detalle.
¿Cómo lo hicieron?
Para esto, los científicos usaron simulaciones de sofisticadas supercomputadoras tridimensionales que utilizan un millón de horas de CPU por simulación.
También, según lo anunciado en un comunicado, los encargados debieron resolver de manera simultánea las ecuaciones de relatividad general de Albert Einstein, las ecuaciones de electromagnetismo de James Maxwell y las ecuaciones de dinámica de fluidos de Leonhard Euler.
El resultado de este trabajo fue un modelo en el que los valores que se calcularon para las densidades de materia, las temperaturas y los campos magnéticos corresponden con lo que se pudo deducir en las observaciones astronómicas.
“Nuestro modelo teórico de la emisión electromagnética y de la morfología del chorro de M87 coincide sorprendentemente bien con las observaciones en los espectros radio, óptico e infrarrojo”, explica Alejandro Cruz Osorio, autor principal del estudio.
“Esto nos dice que el agujero negro supermasivo M87 probablemente gira mucho y el plasma está fuertemente magnetizado en el chorro, acelerando las partículas a escalas de miles de años luz”.