Un profundo estudio de los efectos del espacio en los huesos humanos hicieron investigadores de la Universidad de Calgary de Canadá, y llegaron a una conclusión aterradora: seis meses en órbita desgastan en 10 años las extremidades humanas.
Los huesos «son un órgano vivo», dice Leigh Gabel, científica del ejercicio en la Universidad de Calgary en Canadá. «Están vivos y activos, y están constantemente remodelando». Pero sin gravedad, los huesos pierden fuerza.
Gabel y sus colegas rastrearon a 17 astronautas, 14 hombres y tres mujeres con una edad promedio de 47 años, que pasaron de cuatro a siete meses en el espacio. El equipo utilizó tomografía computarizada cuantitativa periférica de alta resolución, o HR-pQCT, que puede medir la microarquitectura ósea 3-D en escalas de 61 micras, más finas que el grosor del cabello humano, para obtener imágenes de la estructura ósea de la tibia en la parte inferior de la pierna y el radio en la parte inferior del brazo. El equipo tomó estas imágenes en cuatro puntos en el tiempo, antes del vuelo espacial, cuando los astronautas regresaron del espacio, y luego seis meses y un año después, y las utilizó para calcular la resistencia y la densidad ósea.
Aquellos astronautas en el espacio por más tiempo tenían una pérdida ósea permanente en sus tibias equivalente a una década de envejecimiento.
«Con vuelos espaciales más largos, podemos esperar una mayor pérdida ósea y probablemente un mayor problema con la recuperación», dice el fisiólogo Laurence Vico de la Universidad de Saint-Étienne en Francia, que no formó parte del estudio.