De acuerdo con un nuevo estudio, las rocas de Marte pueden contener varios tipos de depósitos no biológicos con un aspecto similar al de los fósiles que probablemente se encontrarían si el planeta hubiera albergado vida alguna vez.
Según los investigadores de las universidades de Oxford y Edimburgo, diferenciar estos “falsos fósiles” de lo que podría ser una prueba de vida antigua en la superficie marciana resultaría clave para el éxito de las misiones actuales y futuras en el planeta vecino de la Tierra.
Los astrobiólogos identificaron docenas de procesos que pueden producir estructuras que imitan las formas de vida microscópicas que podrían haber existido en Marte.
Entre los especímenes similares que estos procesos son capaces de crear se hallan depósitos que parecen células bacterianas y moléculas basadas en el carbono que se parecen mucho a los bloques de construcción de toda la vida conocida.
Como estos signos de vida pueden ser imitados de forma tan estrecha por procesos no vivos, es posible que los orígenes de cualquier espécimen fósil hallado en Marte sea muy ambiguo, según los expertos.
“En algún momento, un explorador de Marte encontrará con toda seguridad algo que se parezca mucho a un fósil, por lo que es vital poder distinguirlo con seguridad de las estructuras y sustancias creadas por reacciones químicas”, afirma Sean McMahon, uno de los autores de la investigación.
“Por cada tipo de fósil que existe, hay al menos un proceso no biológico que crea cosas muy similares, por lo que es realmente necesario mejorar nuestra comprensión de cómo se forman”.
Esta investigación fue publicada en el Journal of the Geological Society.