Este martes 30 de noviembre, la NASA tuvo que posponer una caminata que se iba a realizar en el exterior de la Estación Espacial Internacional (EEI) luego de recibir información sobre una posible amenaza relacionada con desperdicios cercanos.
Los astronautas Kayla Barron y Thomas Marshburn estaban listos para ponerse los trajes especiales y salir a reparar una antena en el exterior de la estación.
Por el momento no se tiene certeza de dónde provienen esos desechos. “Es la vida real, así es como funcionan las cosas a veces, y me alegro mucho de que ustedes velen por nuestra seguridad”, comentó Mark Vande Hei, astronauta de la EEI, a los controladores de vuelo de la misión.
En tanto, la NASA explicó que no tuvo tiempo suficiente para “evaluar adecuadamente el riesgo” que suponían los restos para los astronautas, por lo que decidió aplazar la caminata espacial hasta un nuevo aviso.
Cabe recordar que esta es la segunda vez en menos de dos semanas que la basura espacial pone en riesgo a los tripulantes de la EEI.
La anterior ocurrió el 15 de noviembre, cuando los encargados de la misión tuvieron que alertar a los astronautas sobre una serie de desperdicios que se originaron luego de que Rusia llevara a cabo una prueba antisatélite.
En aquella oportunidad, la nación euroasiática hizo estallar uno de sus satélites con un misil, lo que provocó cerca de 1,700 piezas de escombros que pasaron cerca de la estación.
Debido al riesgo que significó esta operación, los astronautas debieron refugiarse en sus cápsulas especiales por varias horas.