Ya sean entregas, vigilancia, videografía, o una miríada de otras aplicaciones, los vehículos aéreos no tripulados (UAV) están en camino a transformar industrias, experiencias, y consecuentemente nuestras vidas. Pero para que eso suceda exitosamente, las autoridades reguladoras tendrán que realizar algunos cambios para darles más libertad.
Eso es lo que parece estar ocurriendo últimamente. Recientemente, el gobierno de los Estados Unidos introdujo un nuevo programa de experimentación con drones, que desata ciertas restricciones que antes existían sobre 10 gigantes tecnológicos. Y ahora, el gobierno del Reino Unido ha otorgado a SenSat, el proveedor de datos para drones más grande del país, un permiso que podría tener alentadoras implicaciones futuras.
La compañía británica obtuvo autorización para realizar vuelos con drones, más allá de la línea de visión de su piloto, y dentro del espacio aéreo abierto. Este ha sido un factor limitante importante en las operaciones actuales de drones comerciales. Como resultado, SenSat estableció esta semana un nuevo récord, con un dron de alas fijas que voló 7.5 millas (12 kilómetros) más allá de la línea de visión del controlador, rompiendo el récord existente del país por un factor de 10.
Para el vuelo, la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido estableció una “zona de peligro temporal”, impidiendo que otras aeronaves ingresen al espacio aéreo durante los 40 minutos en que se realizó este proyecto.
Según la compañía, los principales desafíos técnicos del vuelo involucraron el mantenimiento de enlaces de comunicaciones, y la duración de la batería. Las comunicaciones se mantuvieron en un 99.8 por ciento del tiempo de actividad durante el vuelo, gracias a que el dron se conectó a la red celular 3G. Dado que esta es la misma conexión que los teléfonos móviles, proporciona una fuerte conectividad dondequiera que haya una señal móvil.
Con relación a la batería, el avión no tripulado tenía la capacidad total de 120 minutos de tiempo de vuelo máximo, lo que significa que obtener el récord consumió solo un tercio de su tiempo de uso potencial.
«El mayor desafío fue más regulatorio que técnico», dijo James Dean, fundador y CEO de SenSat, a Digital Trends. «Es por eso que es tan importante: muchas de las tecnologías existen en formato básico, por lo que ser acomodadas por un marco regulatorio que es bastante lento, y de hecho acelerarlo, realmente resaltó el enfoque del gobierno del Reino Unido en esta situación».
Mientras que otros vuelos de este tipo se han llevado a cabo en alta mar en áreas muy remotas, realizar exitosamente uno de estos ambiciosos vuelos en uno de los espacios aéreos más complejos y saturados del mundo es un gran paso adelante para las operaciones con drones.