Ya sea que recientemente compraste un dron por primera vez, o ya eres un operador más experimentado con horas de experiencia de vuelo, siempre existe el riesgo de que tu precioso avión no tripulado pueda caer del cielo después de una maniobra imprudente, o incluso debido a una falla mecánica. También existe la posibilidad de suceda un inesperado ataque de aves, una fuerte ráfaga de viento, o que alguien deliberadamente quiera destruirlo o lo use como el blanco de un proyectil.
Sea cual fuere el motivo, si tu máquina llegara a caer al suelo, lo más probable es que la lleves a casa en varios pedazos destrozados, y tengas que poner en espera tus días de piloto de aviones no tripulados hasta que arregles tu dron, o te compres uno nuevo.
Precisamente por eso, investigadores de Floreano Lab, de NCCR Robotics, y de la École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL), se dedicaron recientemente a diseñar un dron más duradero, pero que esté libre de las voluminosas estructuras protectoras. y para eso, se inspiraron en los insectos.
Habiendo notado la flexibilidad y durabilidad de las alas de estos animales, y especialmente cómo los insectos voladores parecen nunca tener problemas en recuperar el vuelo si se golpean de cabeza en un obstáculo, como una ventana, el equipo se preguntó si podría aplicar tales características al diseño a los aviones no tripulados.
Llegaron a una solución intrigante que comprende un quadrocóptero con una fina estructura externa de fibra de vidrio, y los brazos unidos por un imán central. El marco que lo sostiene tiene sólo 0,3 milímetros de espesor, pero es extremadamente suave y flexible, por lo que es capaz de soportar golpes y accidentes más graves sin romperse en pedacitos.
El equipo dice que el imán central está diseñado y posicionado de tal manera que mantiene el aparato rígido y estable mientras está en vuelo. Pero cuando se produce una colisión, las conexiones magnéticas ceden automáticamente y provocan que el dron se deforme temporalmente para poder absorber el choque del aterrizaje accidental, mientras protege los componentes vitales de la máquina.
Una vez que el dron se detiene, las bandas elásticas que mantienen el imán en su sitio fuerzan la estructura a volver a formarse, permitiendo que el operador pueda enviar nuevamente la máquina hacia el cielo.
Los fabricantes de drones pueden aprovechar el diseño innovador del equipo para inspirarse en crear máquinas a prueba de daños, una característica que proporcionaría un respaldo útil para cuando la tecnología de evasión de obstáculos, que está mejorando todo el tiempo, no pueda prevenir una colisión catastrófica.