Muchas compañías están apostando, y muy fuerte, por los drones, desde las operadoras de telefonía móvil, hasta las firma especializadas en esta industria, pasando por varias compañías de transporte y de mensajería.
Y, la verdad, es que no resulta nada extraño. Muchas firmas quieran subirse a este tren, dado el amplio abanico de oportunidades y mejoras que ofrece.
Los drones no sólo sirven para divertirse un rato, que también, sino que además puede ayudar en el momento de que ocurra cualquier desastre o incluso podrían Internet a sitios remotos, con nula o escasa conectividad.
En ese intento de llevar un paso más allá el uso de los drones, la operadora AT&T ha superado con éxito la primera prueba de vuelo (realizada cerca de Atlanta) de una torre celular a bordo de un dron, tal y como la propia compañía ha confirmado.
Pero, ¿por qué resulta tan importante esta prueba? Pues bien, como explica AT&T “cuando las celdas celulares se han dañado o desconectado a causa de algún desastre natural, la compañía despliega celdas móviles en camiones para brindar cobertura a las personas afectadas”-
De manera que, ahora podrían desplegarse estas celdas con drones y sin necesidad de camiones. “Nos hemos convertido en la primera compañía inalámbrica que ha puesto a prueba esta tecnología innovadora”, señala con orgullo AT&T. Y no es para menos.
“Una torre instalada en un dron permite activar una señal mucho más rápido, ya que estará más cerca de las áreas afectadas”, añade. Así, operar en algunas zonas remotas ya no dependerá exclusivamente de disponer de una conexión por cable o inalámbrica.
“La Cell on Wheels (o COW por sus siglas en inglés) voladora transmite mensajes de texto, llamadas y datos por satélite”, matiza la operadora.
Además, el dron con el que se ha realizado la prueba puede volar a más de 300 pies de altura. Esto significa nada más y nada menos que un 500% más de altura que un mástil tradicional de COW o de Cell on Light Truck (bautizado como COLT).
De esta manera, se podrá ofrecer cobertura a cualquier área de hasta 40 millas cuadradas. Es decir, para aquellos a los que no se le dan muy bien los cálculos, se trataría de unos 100 campos de fútbol. ¡Casi nada!