En Japón, además de ser los anfitriones de los Juegos Olímpicos de Tokio, alcanzaron un nuevo hito en relación a la velocidad de internet: el Instituto Nacional de Tecnología de Información y Comunicación (NICT, por las siglas en inglés) impuso un récord de velocidad al llegar a 319 terabits por segundo y superar el anterior de 178 Tbit/s.
Para llegar a este impresionante número, los investigadores del NICT utilizaron un cable especial de fibra óptica, que consta de cuatro núcleos bien protegidos; los cables tradicionales de fibra óptica cuentan con solo uno. Los núcleos, en un cable de este tipo, son el centro de la pequeña fibra por donde viaja la señal óptica y mediante la cual se transmiten datos a alta velocidad.
El experimentó también involucró el uso de amplificadores de señal construidos con erbio y tulio, los que resultaron necesarios para que la transmisión fuese lo suficientemente fluida en una distancia simulada de más de 3,000 kilómetros. Solo de esta forma fue posible lograr los 319 Tbit/s, una velocidad extremadamente alejada de lo que son las conexiones actuales de internet.
De cualquier manera, esta velocidad de internet es experimental y su futuro uso se podría extender, principalmente, en entornos específicos como los industriales y no tanto en ámbitos más domésticos, como las conexiones que se encuentran en casas u oficinas. Los investigadores del NICT creen que el siguiente paso es hacer aún más extensas las conexiones a esta velocidad y alcanzar, en lo posible, distancias transoceánicas.
El objetivo final es adaptar y preparar la tecnología para un aumento explosivo en el ancho de banda y las necesidades de internet, que a juicio del NICT llegarán mucho más lejos que lo que es y será el 5G.