Los procesadores AMD son una de las elecciones más populares entre personas con toda clase de presupuestos, aunque son un poco diferentes a los de Intel. Para empezar, los pines están directamente en el chip, no en el socket. Además, casi siempre necesitarás un soporte diferente para instalar el enfriador. Pero incluso con esos detalles de por medio, no hay ninguna razón para que no puedas aprender cómo instalar un procesador AMD rápidamente.
Paso 1: Prepara tus piezas
No querrás detenerte a mitad del proceso de instalación para ir a buscar algo que necesitas para completarlo, así que asegúrate de tener todo a la mano antes de empezar. Necesitarás el procesador AMD, una tarjeta madre a la cual conectarlo y un enfriador. Si el enfriador viene con pasta térmica preaplicada, como el AMD Ryzen, no necesitas nada más. Si no, necesitarás tu propia pasta térmica.
También es buena idea tener un paño libre de pelusa y algo de alcohol isopropílico puro a la mano, por si acaso te pasas de entusiasta con la pasta. También recomendamos una bolsa antiestática donde meter los componentes electrónicos y asegúrate de contar con buena iluminación para ver lo que haces.
Dependiendo del enfriador que tengas, podría ser que también necesites un destornillador. Normalmente te servirá uno de cruz que sea relativamente largo, pero examina tu enfriador para asegurarte.
También quisiéramos recomendarte que uses una pulsera antiestática para asegurarte de no transferir una carga estática a tus componentes. Como mínimo, asegúrate de instalar tu procesador AMD sobre una superficie no conductora y ponte a tierra antes de empezar, tocando algo metálico como la cubierta de tu PC o el chasis de tu fuente de poder.
Paso 2: Instala el procesador
Nota: A diferencia de los procesadores Intel, los AMD tienen los pines en el chip. Si doblas o rompes alguno, no podrás usar tu procesador, así que ten cuidado especial de no hacerlo.
Ubica el socket del procesador en tu tarjeta madre y pon el brazo de retención en posición vertical. Si trabajas en una tarjeta madre nueva, quita el plástico protector del socket. Si estás sustituyendo un procesador, tendrás que quitar el anterior y posiblemente también su enfriador. Para eso, consulta las instrucciones de tu enfriador. Cuando quites el procesador anterior, manéjalo con cuidado si planeas volverlo a utilizar.
Si no has sacado el procesador del paquete, hazlo ahora. Mira la parte de abajo. En una de las esquinas verás un pequeño triángulo dorado. Este corresponde a un triángulo marcado en el socket para el procesador en tu tarjeta madre y te ayudará a orientar el chip correctamente. Colócalo en el socket cuidadosamente, asegurándote de que todos los pines entren a su lugar en sus puertos correspondientes. No debe ser necesario que apliques la fuerza, así que si no encaja muy bien, sácalo y vuelve a comenzar.
Una vez que el procesador se encuentre en su sitio y estés seguro de que lo instalaste correctamente, presiona el brazo de retención de vuelta a su lugar en el socket. Esto requerirá de un poco de fuerza, pero no debe ser demasiada. Escucha a tu instinto y, si dudas, vuelve a verificar que todo esté bien colocado antes de presionar más.
Paso 3: Instala el enfriador
Ningún procesador AMD funcionará mucho tiempo sin un enfriador. La mayoría incluirá uno en el mismo paquete, o puedes adquirir la pieza aparte, ya sea de aire o líquido. De cualquier manera, la instalación será diferente para cada tipo de enfriador, así que consulta su manual para ver qué debes hacer. Es muy probable que necesites acceso a la parte posterior de tu tarjeta madre; para eso asegúrate de quitar previamente el panel posterior del chasis de tu PC.
Independientemente del enfriador que instales, necesitará algo para transferir el calor efectivamente del procesador al enfriador. Es aquí donde entra la pasta térmica o los pads térmicos. Varios enfriadores vendrán de fábrica con pasta preaplicada; si ese es el caso del tuyo, puedes simplemente seguir las instrucciones de instalación del enfriador. Sin embargo, si no viene con la pasta preaplicada, tendrás que hacerlo tú.
Hay varias maneras en las que puedes aplicar la pasta térmica, desde extenderla por toda la superficie hasta técnicas cruzadas, y hay argumentos a favor de utilizar más o menos. Sin embargo, lo más simple y sencillo que puedes hacer es aplicar una cantidad del tamaño de un guisante justo en el centro del chip. Si aplicas demasiado, quita el chip y usa el paño libre de pelusa y el alcohol isopropílico para limpiarlo cuidadosamente. Luego comienza el proceso de nuevo.
Existen pastas térmicas que son conductoras de electricidad. Aunque la mayoría no lo son, es buena idea tener cuidado de no dejar residuos bajo el chip o en algún puerto del socket. Sé muy cuidadoso y preciso al colocarlo.
Si usas un pad térmico, simplemente colócalo sobre el procesador, asegurándote de que sea del tamaño correcto y que se ajuste bien.
Cuando tu material de transferencia de calor esté en su lugar, es hora de instalar el enfriador. Sigue las instrucciones de su manual, con una advertencia: a la hora de colocar los tornillos, asegúrate de hacerlo lentamente (manualmente, de ser posible) y usa un patrón cruzado – atornillando esquinas opuestas alternadamente, cuidando que ningún tornillo esté una o dos vueltas más apretado que los otros en ningún momento.
Después, conecta el encabezado del ventilador en su respectiva ranura en la tarjeta madre. Será un encabezado de tres o cuatro pines, normalmente con un espacio en la tarjeta madre marcado como “ventilador del procesador” o algo por el estilo. En caso de duda, consulta el manual de tu tarjeta madre.
Paso 4: Pruébalo
Si todos los pasos anteriores salieron bien, tu procesador debe haber quedado bien instalado. Arranca el sistema y ve si funciona correctamente. De ser así, felicidades: lo más probable es que todo esté bien. Sin embargo, antes de hacer otra cosa, te recomendaríamos utilizar una aplicación para medir la temperatura, como la Ryzen Master de AMD o HWInfo, para que no haya duda de que tu procesador no está más caliente de lo que debería. Si lo está, podría ser que tu enfriador no esté instalado correctamente o que los tornillos no estén bien ajustados.
Si tu sistema no arranca, consulta el manual de tu tarjeta madre para poder descifrar cualquier pitido o luz de diagnóstico. Luego prueba volver a instalar el procesador y el enfriador.