No son solo los niños los que se están convirtiendo en adictos a la tecnología. Si sientes una abrumadora «obligación» o un sentido de urgencia de responder inmediatamente tus mensajes o publicar algo en tus redes sociales, no eres el único. Una investigación revela que la mayoría de los usuarios promedio están estresados debido al uso de sus teléfonos y otros tipos de tecnología. Esto es lo que algunas empresas están haciendo para evitarlo.
Compañías de tecnología como Apple y Google están trabajando en formas de ayudarnos a administrar mejor el tiempo que pasamos en nuestros dispositivos digitales. Apple lanzó recientemente la herramienta Screen Time para iPhone, y Google lanzó Digital Wellbeing, una herramienta similar para dispositivos Android y otros productos de Google.
Sin embargo, parece que estos productos están construidos en gran medida por empresas tecnológicas que creen saber lo que los consumidores quieren o necesitan, sin basarse en experiencias de los usuarios. Pensando en esto, un grupo de investigadores de Google, por su parte, han llevado a cabo un estudio para ver cómo se siente la persona promedio con respecto a su teléfono y a la tecnología en general, algo que finalmente podría servir para que Google pueda realmente ayudar a las personas a administrar mejor el tiempo que pasan conectados.
En una publicación de su blog oficial que detalla el estudio, los investigadores observaron que, en general, a través de las redes sociales, el correo electrónico y las noticias, la gente sentía abrumadoramente una “obligación” con sus dispositivos, algo que terminaba causando mucho estrés innecesario.
“Un sentido de obligación está ahogando a las personas en cuanto al uso de la tecnología, y la gente quiere herramientas para romperlo”
“Un sentido de obligación está ahogando a las personas en cuanto al uso de la tecnología, y la gente quiere herramientas para romperlo”, afirma la publicación. “La gente quiere poder dejar de lado su teléfono a veces, no preocuparse por perderse nada absolutamente urgente, y sentir el control del uso de su teléfono. Tenemos la responsabilidad de facilitarlo: brindar a las personas una manera de recuperar su tiempo y no sentirse atados a sus dispositivos”.
Existen varias razones para esa sensación de obligación, según la investigación. En primer lugar, los teléfonos inteligentes están diseñados para atraer e incitar su uso, y es difícil dejar el hábito de usar uno. Además de eso, las personas sentían la obligación de responder a los mensajes rápidamente, como si tuvieran que estar disponibles en cualquier momento siempre que sea posible.
El estudio también señaló que, si bien muchas personas quisieran desconectarse, también quieren elegir cuándo desconectarse. Cuando es una situación forzada, como cuando se quedan sin batería u olvidan su teléfono en casa, las personas se sienten ansiosas y preocupadas por la pérdida de mensajes y notificaciones, lo que no ocurre si son ellas mismas quienes apagan el teléfono.
Los investigadores no solo observaron este comportamiento, sino que también notaron algunas formas en que las empresas de tecnología como Google pueden ayudar a los usuarios a encontrar un mejor equilibrio, que no impliquen una ‘cárcel para teléfonos‘.
Para empezar, nuestros teléfonos deberían mejorar y facilitar la desconexión del mundo digital, al brindarles a los usuarios información sobre el tiempo que pasan en sus dispositivos. En segundo lugar, los teléfonos inteligentes podrían ayudar a reducir la tentación de volver a interactuar con ellos, a través de funciones como los timers for apps, es decir, un reloj de conteo que cierre sesión cuando termina el tiempo establecido. Por último, pero no menos importante, los teléfonos pueden facilitar la desconexión parcial, al limitar algunas aplicaciones, en lugar de adoptar un enfoque de todo o nada. Por ejemplo, dejar que utilices tus mensajes y llamadas, pero darte la posibilidad de silenciar tus redes sociales.
Aunque Google y Apple ya están abordando algunos de estos temas con Digital Wellbeing y Screen Time, según la publicación, Google no terminó de ayudar a los usuarios a administrar sus vidas digitales. De hecho, está trabajando en más herramientas, muchas de ellas diseñadas específicamente para ayudar a los padres a administrar el acceso que sus hijos tienen a la tecnología.