Probablemente no necesitas que te digamos que la cantidad de llamadas automáticas o robocalls continúa incrementando. Las investigaciones apuntaron a un gran aumento en tales llamadas en 2018, con un estimado de casi 48 billones (48 mil millones) realizadas tan solo en los Estados Unidos, lo que representa un aumento del 56 por ciento respecto al año anterior.
Aún más preocupante es que se piensa que el 40 por ciento de estas llamadas automáticas provienen de estafadores que intentan engañarnos, ya sea para que paguemos por servicios falsos, para hacernos creer que alguna agencia federal necesita un pago o de lo contrario estaríamos en problemas con la ley, o alguna otra estafa destinada a separarnos de nuestro dinero ganado con tanto esfuerzo.
Y ahora, una estafa simple pero efectiva que surgió hace muchos años está de regreso, y causando más problemas que nunca.
¿DE QUÉ SE TRATA ESTA ESTAFA?
En este fraude, conocido como “One Ring” or “Wangiri”, los estafadores llaman a tu número y luego cuelgan después de unos pocos segundos antes de que contestes, y repiten esta acción varias veces, esperando que la curiosidad provoque que retornes la llamada. Pero si lo haces, automáticamente se añadirán costosos cargos por minuto, lo que te dejará con una alta factura al momento de pagar tu cuenta telefónica, especialmente si el estafador logra mantenerte en la línea por un período de tiempo prolongado.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) está tan preocupada por el aumento de estos incidentes que ha emitido una alerta especial, advirtiendo a los consumidores que tengan cuidado con la estafa. Según explican, la mayoría de las llamadas se hacen en mitad de la noche, lo que añade a la supuesta urgencia de responder pensando que se trata de alguna emergencia. Sin embargo, aunque muchas de esas llamadas no muestran el código de país, la FCC descubrió que provienen de Mauritania, un país en África occidental.
La manera de evitar caer en esta trampa es simple: no respondas o devuelvas llamadas si no estás familiarizado con el número que ves en la pantalla de tu teléfono, y bloquéalo si continúas recibiendo llamadas molestas. Además, es una buena idea revisar siempre tu factura telefónica para asegurarte que no existan cargos que no reconozcas, y presentar una queja en el sitio web de la FCC cuando recibas una llamada que parece provenir de un estafador.
Lo cierto es que la tecnología de hoy hace que sea más fácil que nunca para los estafadores realizar un gran número de llamadas de forma rápida y económica, mientras que las herramientas de suplantación o spoofing les permiten enmascarar su identidad, lo que hace prácticamente imposible que la gente sepa de dónde proviene realmente la llamada.
QUÉ PUEDES HACER PARA PROTEGERTE
Aunque agencias como la FTC y la FCC están tomando medidas enérgicas contra los estafadores, nada parece detenerlos y las estadísticas así lo demuestran, y , desafortunadamente, no hay mucho que puedes hacer para detener las llamadas fraudulentas. Sin embargo, sí existen algunos pasos a seguir para protegerte y evitar ser una víctima.
Puedes poner tu número en el Registro de No Llamar de la FTC, que aparentemente impide que te llamen telemarketers, pero solo las empresas legítimas lo respetarán. Además, toma en cuenta que los estafadores ya están infringiendo la ley, y muchos de ellos tienen su sede fuera de los Estados Unidos, por lo que probablemente no les importan las sanciones por violar la lista de “No Llamar”. Puedes también bloquear los números de teléfono (aquí te explicamos cómo hacerlo), pero esto no siempre es efectivo, ya que los estafadores cambian frecuentemente los números que utilizan.
Si por accidente o descuido contestas una llamada de un estafador, no le des ninguna información personal, incluso si parece que ya sabe mucho sobre ti. Recuerda que, si una agencia legítima o del orden público necesita comunicarse contigo, te enviarán un aviso por escrito o se presentarán a tu puerta.
Hay fraudes más avanzados en los que el estafador que llama intenta que las víctimas respondan preguntas genéricas, a veces simplemente preguntando algo simple como “¿puedes escucharme?”, con el objetivo de grabar su voz cuando respondan y digan «sí». Luego, el estafador usa la “firma de voz” de la víctima para simular ser un consumidor y autorizar compras o cargos fraudulentos por teléfono.
Por último, aunque parezca divertido contestar y bromear con el estafador en el otro extremo, -hay algunos videos en YouTube de personas que hacen esto- puede causar más problemas de los que vale la pena. Por un lado, al responder estás confirmando que tu número pertenece a alguien que está dispuesto a contestar, lo que podría generar más llamadas de otros telemarketers o estafadores. Si no sabes a quién pertenece el número desde el cual alguien te está llamando, la mejor manera de evitar ser estafado es, simplemente, no responder el teléfono.