Como parte de la constante guerra contra la publicidad pregrabada y los fraudes telefónicos, a partir de ahora las llamadas realizadas en Estados Unidos entre las redes de AT&T y T-Mobile serán sometidas a un proceso de autenticación. Gracias a ello, sabrás si te está intentando contactar una persona o si se trata de una llamada automática (conocida como “robocall” en inglés).
Gracia a ello, cada vez que tu teléfono se active, recibirás un mensaje informándote que la llamada ha sido verificada, en caso de que se trate de un ser humano. De lo contrario, seguirá sonando, por lo que sabrás de que se trata de una llamada no deseada y podrás ignorarla con la conciencia tranquila.
Los miles de millones de llamadas automáticas constituyen un gran problema en Estados Unidos. Esta es la principal queja recibida por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) de acuerdo con su presidente, Ajit Pai, quien recientemente criticó la falta de medidas suficientes por parte de las operadoras telefónicas y exigió para 2019 la implementación del protocolo SHAKEN/STIR, que verifica las llamadas. De ahí, la inspiración de AT&T y T-Mobile.
Aunque el protocolo SHAKEN/STIR solo puede informarte con certeza cuando una llamada es auténtica y no si es automática, se espera que en la medida que más compañías se unan a esta iniciativa la frecuencia de llamadas automáticas disminuya significativamente. Uno de los principales cuestionamientos de esta fórmula es que, en muchos casos, terminan siendo cuestiones ilegales, como fraudes o intentos de robo de identidad. En otros, simplemente es telemercadeo o bien el comando de algún político que intenta conseguir tu voto.
A pesar de que no todas las llamadas automáticas son ilegales, para la mayoría de las personas resultan molestas y una pérdida de tiempo. Por eso se espera que las demás compañías telefónicas sigan pronto el ejemplo de AT&T y T-Mobile.